Más de un centenar de pueblos y comunidades de quienes conforman la Campaña Nacional en Defensa de la Madre Tierra y el Territorio están directamente en lucha contra algún proyecto de aparente desarrollo que pretende despojarlos de su tierra, territorio o un bien natural.

Al dar por concluida dicha campaña, luego de un año de difusión por todo el país, representantes de pueblos originarios, comunidades campesinas y de diversos colectivos advirtieron que la mayoría de sus luchas enfrentan escenarios muy complejos que exigen un movimiento social fuerte y un decidido apoyo de diversos sectores de la sociedad civil.

En un acto realizado frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Alicia Bustamante, de la comunidad de Xochicuautla, y Berenice Sánchez, del pueblo de San Francisco Magú, ambos sitios en el estado de México, así como María de los Ángeles Fernández, de la asamblea Pedregales de Coyoacán, en Ciudad de México, presentaron un pronunciamiento colectivo que dio fin a esta primera etapa de la campaña.

Señalaron que la mercantilización de los bienes naturales comunes da a las empresas enormes ganancias, por lo que anhelan entrar a las tierras y despojar de ellas a sus propietarios originales. En los años recientes promovieron y lograron, con la complicidad del gobierno, modificar las leyes que deberían protegernos; han hecho las reformas que les dan impunidad para arrebatarnos nuestras formas y medios de vida, y con ellos todos nuestros recursos naturales, desde el agua y bosques hasta los metales de la minería.

En su pronunciamiento, firmado por casi dos centenares de organizaciones, pueblos, comunidades y barrios de distintas regiones del país, denunciaron que ante esta fuerte resistencia del movimiento social, el gobierno y las empresas han optado por criminalizar las luchas y a quienes en ellas participan en defensa del tierra, pues su degradación y destrucción afecta a todos quienes habitan este planeta.

En una especie de balance, se dijo que la campaña fue un extraordinario medio para denunciar públicamente el despojo y las violaciones a los derechos humanos de quienes integran estos pueblos y comunidades que se oponen a la imposición de megaproyectos.

Antes del acto, fueron transmitidos varios videos en los que actores, actrices, productores y cantantes enviaron un mensaje de solidaridad, en una lucha que es de todos, por la defensa de la madre de tierra.

América del Valle, de San Salvador Atenco, destacó que la elección de la fecha para iniciar y concluir esta campaña está ligada a la memoria y legado de Emiliano Zapata, asesinado en la Hacienda de Chinameca, Morelos, el 10 de abril de hace 98 años.