Los centros de detención para menores en Ciudad de México enfrentan una larga lista de deficiencias, entre ellas maltrato a los jóvenes internos, falta de mantenimiento en dormitorios y servicios sanitarios, comida mala e insuficiente y en algunos de ellos persiste una ‘‘evidente situación de indisciplina’’, señaló la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

En un informe del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, que examinó el trato y las condiciones de internamiento de los adolescentes privados de su libertad en dichos centros, advierte también sobre la falta de personal especializado, carencia de médicos y ausencia de programas y protocolos para prevenir y atender situaciones de emergencia y hechos violentos.

El organismo nacional visitó durante el pasado mes de enero los siguientes centros: Comunidad para el Desarrollo de Adolescentes, Comunidad de Diagnóstico Integral para Adolescentes, Comunidad Especializada para Adolescentes Dr. Alfonso Quiroz Cuarón, Comunidad para Mujeres y Comunidad de Tratamiento Especializado para Adolescentes.

En las visitas se verificaron las condiciones de estancia, lo que permitió analizar y evaluar su correspondencia con los derechos fundamentales de los adolescentes internos, observando todo aquello relacionado con el trato humano y digno, la legalidad y la seguridad jurídica, la protección de la salud, la integridad personal, así como el trato de quienes presentan discapacidad física o algún tipo de adicción, con el propósito de que se atiendan las situaciones de riesgo y prevenir actos que pudiesen constituir tortura o maltrato.

Especial preocupación por el Centro Quiroz Cuarón

El informe, dirigido al jefe de Gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, expresa especial preocupación por la Comunidad Especializada para Adolescentes Dr. Alfonso Quiroz Cuarón, pues en las visitas se observó una ‘‘evidente situación de indisciplina en el interior’’, lo que ha generado falta de control de las personas privadas de la libertad, así como de respeto al personal.

‘‘Los hechos señalados preocupan especialmente a este mecanismo nacional, pues el orden y la disciplina son requisitos necesarios para garantizar la seguridad de la institución y la integridad, tanto de las personas internas como de quienes los visitan y del personal que ahí labora’’, señala el informe de 28 cuartillas.

El maltrato constante, así como las penas y castigos, son otros de los puntos recurrentes, pero de manera especial en la Comunidad para Mujeres, a quienes se les ordena realizar labores de jardinería, tareas que deben realizar sin herramientas ni guantes. Las sanciones también consisten en trabajos de limpieza sin los insumos necesarios, utilizando sólo agua y hasta que el personal de seguridad lo decide.

Los actos de maltrato se dan con mucha frecuencia en esos centros de internamiento, según revelan las y los adolescentes al responder los cuestionarios de manera anónima; también se quejan de las deficiencias en cuanto al número de teléfonos públicos, por lo que únicamente pueden realizar una llamada semanal y no tienen privacidad para hacerla.