El cardenal Norberto Rivera Carrera lamentó la situación que vive Siria, país en el cual la semana pasada murieron al menos 86 personas –entre ellas 30 niños– tras la exposición a un gas neurotóxico, situación que dio pie a un posterior ataque de Estados Unidos a una base aérea militar.

En Domingo de Ramos, el arzobispo primado de México aseguró que Cristo sigue sufriendo la pasión en cada uno de sus seguidores que experimentan dolor; él está padeciendo ahora en Siria.

En las peticiones se oró por todas aquellas naciones que viven en conflicto, en desacuerdos, para que al mirar a Cristo en su cruz descubran lo que es el perdón que lleva a la paz.

También se pidió por todos los que sufren en su cuerpo y en su alma, para que acercándose a la cruz de Cristo encuentren alivio y salida a su dolor.

Antes de la misa, en el atrio de la Catedral metropolitana, el cardenal bendijo los ramos que llevaron los fieles.