La dirigencia nacional del PAN rechazó ayer la decisión del Congreso de Puebla de inhabilitar al ex presidente municipal de la capital Eduardo Rivera Pérez, toda vez que carece de sustento el proceso en su contra.

De esta manera, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) panista se puso del lado de Rivera Pérez en la confrontación que se registra entre el ex gobernador poblano Rafael Moreno Valle y el ex alcalde por la candidatura blanquiazul al próximo gobierno de aquella entidad.

En corrillos de Acción Nacional se menciona que el ex mandatario estatal busca la postulación de su esposa, Martha Érika Alonso.

A Rivera Pérez, actual delegado del CEN para la elección en el estado de México, se le acusa de diversas irregularidades en su cuenta pública 2013. Según los diputados locales, se encontraron elementos para señalar que el ex alcalde provocó un daño patrimonial por 12 millones de pesos, razón por la cual se le inhabilitó durante 12 años.

La directiva reiteró su confianza en la honestidad de Eduardo Rivera Pérez, quien tiene una trayectoria limpia y siempre coincidente con los principios y valores humanistas del partido.

Reconoció su trabajo actual como delegado en el estado de México y marcó distancia de los legisladores panistas que aprobaron la inhabilitación. Su posición no representa la postura oficial del PAN, subrayó la dirigencia.