La gran pasión de Arturo García Bustos, quien falleció ayer a los 90 años de edad, fue siempre el pueblo de México, pues afirmaba que eligió la pintura mural y el grabado como profesión porque son las dos formas que me acercan a todo el público; además, los frescos están fuera del comercio, nadie se los lleva y todo mundo los puede apreciar.

El deceso de este sobreviviente de la época dorada del muralismo en México ocurrió ayer a las 8 horas, a causa de un infarto, informó a La Jornada Valentina Maxil, amiga y colaboradora de la familia, quien expresó que el maestro todavía tenía proyectos por delante. Ayer (el jueves) estuvo dibujando, quería hacer un mural de poetas latinoamericanos.

Desde pequeño, el artista, quien nació en la Ciudad de México el 8 de agosto de 1926, descubrió lo que después se convertiría en su leitmotiv y consideraba al arte, sea la pintura, la poesía, la música o la danza, la salvación del mundo; por eso, aseguraba que todavía vive el pueblo mexicano, porque son artistas, tienen mucho talento, hacen cerámicas, puertas. Todo eso es arte, y lo hacen con pasión, con gusto.

Espléndido grabador: Luis Rius

La pintora Riña Lazo, viuda de García Bustos, expresó a La Jornada que el artista estaba motivado porque le habían encargado un proyecto mural sobre poetas para Yucatán y otro para el Seguro Social. “Estaba muy ilusionado dibujando los bocetos y también un mural que fue el último que estaba pintando en nuestra casa; una escena de la Conquista con la Malinche, ya estaba muy adelantado ese mural.

Se fue con muchos proyectos en la cabeza y otros dibujados. No terminó su tarea, yo esperaba que iba a vivir mucho más. Dejó pendiente la publicación de un libro sobre su obra gráfica, dijo Lazo.

La última aparición pública del pintor, dijo su compañera, fue hace 15 días en la inauguración de una exposición en el vestíbulo de la Biblioteca de la Universidad Iberoamericana.

Luis Rius Caso, director de los museos Mural Diego Rivera y Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, expresó que García Bustos se destacó mucho como muralista y gran pintor, sobre todo, como grabador. Es de los grandes grabadores mexicanos; técnica y temáticamente es un extraordinario grabador y artista integral procedente de la Escuela Mexicana de Pintura, segunda generación. Él fue desde luego un discípulo muy cercano a Frida Kahlo y Diego Rivera, recibió influencia de ambos, pero se destacó por su originalidad dentro de esta escuela al combinar la denuncia política y social con temas relacionados con los trabajadores, con el México rural y con elementos muy poéticos. García Bustos fue también un espléndido retratista e artista integral.

García Bustos es heredero de una tradición artística que se remonta al Taller de Gráfica Popular (TGP), en el que participó en diversas actividades al lado de Leopoldo Méndez, Pablo O’Higgins, Alfredo Zalce, Ignacio Aguirre y otros maestros grabadores.

Su obra es referente del quehacer cultural del TGP, así como su iconografía indigenista y revolucionaria. Su pintura cubre una necesidad social de educación y orientación a los trabajadores y las organizaciones populares.

Arturo García Bustos (1926-2017)Foto Notimex

Muralismo, difícil situación

En una entrevista con La Jornada (20/5/12), Arturo García Bustos dijo: Mi experiencia al lado de los grandes maestros del muralismo mexicano y mi estrecha cercanía a la gran pintora Frida Kahlo sembraron en mí el deseo de seguir en la misma ruta que ellos trazaron con mi propia capacidad artística en el grabado y la pintura mural.

El artista que dejaba el alma en un mural y en un dibujo decía que una característica del muralismo es que sale al encuentro de la vida y entonces no necesita ser un coleccionista el que encuentre virtudes o utilidad a la pintura. Quiero que la emoción que me causó el tema histórico o personal se transmita y que no tenga precio.

En algunas entrevistas, García Bustos expresó su preocupación por la situación actual de la pintura mural. Aseguraba que estaba desapareciendo fundamentalmente por la falta de encargos: Los artistas quedaron sin encargos y eso creo que es una campaña para decir que el muralista no es importante; querer borrar la historia. Debería haber encargos para los artistas y florecería el muralismo.

El año pasado se rindió un homenaje al artista en el Museo Mural Diego Rivera con motivo de sus 90 años. Ahí, el pintor expresó: Me llena de alegría el reconocimiento a mi trabajo tanto en el grabado como en la pintura mural realizado durante esta larga vida; espero tener las fuerzas para seguir plasmando mi pensamiento y emoción en las obras que tengo pendientes.

En ese homenaje, la historiadora del arte Dina Comisarenco, dijo que los murales de García Bustos son ficciones, de realidades imaginadas, de memorias míticas y de construcciones sociales de gran belleza que han ejercido y que ejercen gran fuerza en nuestro mundo actual, despertando ilusiones, provocando reflexiones sobre el alcance extraordinario de nuestros pensamientos.

En las redes sociales la comunidad cultural expresó sus condolencias por el deceso del pintor. La titular de la Secretaría de Cultura federal, María Cristina García Cepeda, en su cuenta de Twitter, escribió: Arturo García Bustos, pintor humanista, cuyas ideas libertarias plasmó en muros y lienzos, que hoy son su legado. Lamento su deceso.

La directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, (INBA), Lidia Camacho también deploró la muerte del grabador, a quien definió como un artista siempre comprometido con las mejores causas y autor de una obra imperecedera.

García Bustos fue miembro fundador del Salón de la Plástica Mexicana y de número de la Academia de Artes. Obtuvo reconocimientos nacionales e internacionales y creó importantes pinturas murales, entre las que destacan Pobladores de las siete regiones de Oaxaca, en el Museo Nacional de Antropología; Oaxaca en la historia y en el mito y Cosmogonía de los pueblos indígenas del estado de Oaxaca, en las escaleras monumental y lateral izquierda del palacio de gobierno de esa entidad.

Los restos de García Bustos fueron velados en Gayosso de Félix Cuevas; ahí, colegas, amigos y familiares lo despidieron y hoy será sepultado en el Panteón Civil de Dolores de la Ciudad de México.