Ciudad de Panamá.

Un helicóptero de la familia del ex presidente panameño Ricardo Martinelli, investigada por presunto cobro de comisiones a la constructora brasileña Odebrecht, fue incautado ayer, en el contexto del juicio por ese caso de corrupción, informaron ayer diversas fuentes.

La fiscalía manifestó que procedió a la aprehensión provisional del helicóptero Airbus, matrícula N16261, dentro de las investigaciones que lleva a cabo.

La institución indaga a Ricardo y Enrique Martinelli, hijos del ex mandatario, por supuestamente haber cobrado más de 20 millones de euros a la empresa brasileña mientras su padre era presidente. Aunque la fiscalía no menciona ningún nombre, Martinelli y sus abogados confirmaron que la aeronave es propiedad de la familia.

“Ellos adquirieron el aparato en el extranjero, lo registraron en la jurisdicción estadunidense y transfirieron su propiedad a un fideicomiso norteamericano”, afirmó Alejandro Pérez, uno de los abogados de Martinelli. Ese helicóptero fue pagado con fondos que no guardan ninguna relación con el caso Odebrecht, agregó.

Pruebas y demandas

El propio Martinelli escribió ayer en su cuenta de Twitter que su equipo legal presentará pruebas y demandas por robo (de) helicóptero.

La aeronave fue inmovilizada en México y entregada a Panamá mediante asistencia judicial, según la fiscalía.

El helicóptero llegó ayer a Panamá y quedará bajo custodia del Servicio Nacional Aeronaval.

De acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Odebrecht pagó en Panamá más de 59 millones de dólares en sobornos entre 2010 y 2014. Hay 17 imputados en el país por ese escándalo, entre ellos los hijos de Martinelli, sobre los cuales pesa una orden de detención por presuntamente cobrar comisiones de la firma mediante sociedades, algo que los hermanos Martinelli siempre han negado.

El ex presidente Ricardo Martinelli (2009-2014), quien vive en Miami, es reclamado a Estados Unidos por la justicia panameña, que lo acusa de espiar a opositores y lo investiga por varios casos de corrupción.

Tanto Martinelli como sus defensores manifiestan que todo se trata de una persecución política del actual mandatario, Juan Carlos Varela, antiguo aliado suyo, hasta que el ex gobernante lo cesó como canciller en 2011.