Para prevenir accidentes de tránsito por conducir a exceso de velocidad, el Gobierno de la Ciudad de México mantendrá el operativo Carrusel y destinará helicópteros del agrupamiento Cóndores, equipados con nueva tecnología, a las labores de supervisión vehicular nocturna.

En la colecta nacional de la Cruz Roja en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, el mandatario capitalino, Miguel Ángel Mancera, se refirió al choque ocurrido la madrugada del viernes en Paseo de la Reforma, que dejó cuatro personas muertas, el cual, dijo, demuestra que no se puede combinar alcohol con manejar ni tomar a la ciudad como pista.

Afirmó que no escatimará ni en el uso de tecnologías de punta ni en las labores de orden para la Ciudad de México.

Mancera remarcó que su administración ha sido severamente criticada por el Reglamento de Tránsito que entró en vigor a finales de 2015, en especial por las fotomultas; sin embargo, refutó, ahí está el resultado: 20 por ciento menos accidentes y una reducción importante en el número de víctimas.

Al preguntarle en qué consiste la nueva tecnología, respondió: ¿Han visto en los programas de Estados Unidos que de repente los helicópteros van y ubican algún vehículo que va a alta velocidad y se puede hacer un seguimiento puntual a través de imágenes?

Comentó que ya se están haciendo pruebas con los helicópteros y se han tenido resultados muy positivos. Va a ser un equipo muy importante para la ciudad. Estaba haciendo falta porque nada más los veíamos en la televisión, insistió.

Por otra parte, al comparecer ante el pleno de la Asamblea Legislativa, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) capitalina, Hiram Almeida Estrada, sostuvo que en el percance de Reforma el consumo de bebidas etílicas fue un factor determinante y se pronunció por fincar alguna responsabilidad a los empresarios que expenden en sus establecimientos alcohol en exceso y a muy altas horas, y después no se preocupan de sus clientes.

Si bien resaltó el éxito del programa Conduce sin alcohol, consideró necesario trabajar en los puntos donde se venden y consumen bebidas embriagantes, y generar conciencia en quienes van a conducir vehículos automotores, pero también en los empresarios.

Planteó incluso a los legisladores trabajar con nuevas normas y nuevos cuerpos normativos para generar un criterio de obligatoriedad para quienes distribuyen estas sustancias, como bares, centros de espectáculos y estadios.

En su informe, Almeida Estrada señaló que en la Ciudad de México las muertes y lesiones por hechos de tránsito disminuyeron 6.2 por ciento el año anterior con el programa Conduce sin alcohol y el Reglamento de Tránsito, lo que significa que se evitaron 237 accidentes vehiculares y 70 decesos.