El biosensor cuesta $2,500 y tiene una efectividad de 93%
Lunes 3 de abril de 2017, p. 37
El aumento de temperatura del seno, desde 0.1 grado centígrado, puede ser indicador de la presencia de cáncer de mama. Se puede detectar incluso antes de que se forme, mediante un biosensor de temperatura que está inserto en un brasier y no provoca a la mujer ninguna molestia.
Sólo se debe poner la prenda durante una hora al día, por una semana, para el registro de la temperatura. El dispositivo no emite radiaciones ni comprime el tejido mamario. Está elaborado con circuitos flexibles que envían la información obtenida vía bluetooth a un dispositivo móvil (teléfono inteligente o tableta).
El médico la recibe y mediante un algoritmo (programa de computación) que analiza la información se obtiene el resultado. En eso consiste la propuesta tecnológica de cuatro jóvenes que hace un año crearon Higia Technologies, en Monterrey, Nuevo León.
José Antonio Torres, director de Tecnología de la empresa, participó en el foro organizado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para dar inicio a las Olimpiadas de la Innovación. Ahí presentó el dispositivo, que tiene la finalidad de facilitar y aumentar la detección temprana del cáncer de mama, principal causa de muerte de mujeres por cáncer en México.
El producto, que tiene una vida útil de cinco años, y demostró una efectividad de 93 por ciento para predecir la presencia del padecimiento, aseguró el estudiante de Ingeniería en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey (ITESM).
Actualmente se están realizando estudios clínicos para validar el prototipo, certificarlo y poder iniciar los trámites para su registro ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). Torres estimó que en los próximos dos años Higia Technologies podrá ofrecer su producto en el mercado.
Será una herramienta más de detección temprana de la neoplasia, los jóvenes emprendedores tienen el objetivo de que sea accesible para la mayoría de las mujeres, principalmente aquellas que están en lugares alejados de los hospitales. Puntualizó que la prenda no sustituye el estudio de mastografía.
Torres explicó que el brasier tiene una vida útil de cinco años y su costo es de 2 mil 500 pesos.
El proyecto original consta de varios biosensores para evaluar la textura y presión del seno. El más avanzado en su desarrollo es el que mide la temperatura. Torres aseguró que existen investigaciones científicas que han demostrado la relevancia de este indicador en el tumor mamario y explican por qué el tumor genera mayor circulación sanguínea y, por tanto, calor.