Pese al optimismo de la fracción del PRI en la Cámara de Diputados –que anunció en días pasados progresos en la aprobación de la ley de seguridad interior–, en la Comisión de Gobernación, donde habrá de dictaminarse el texto, no se ha recibido ninguna propuesta de redacción.

Macedonio Tamez, legislador por Movimiento Ciudadano (MC) y secretario de la Comisión de Gobernación, reprochó con dureza el procedimiento en torno a la dictaminación.

“No sé por qué el PRI anuncia que saldrá la ley. A los miembros de la Comisión de Gobernación no nos ha llegado ningún dictamen. Conocemos las iniciativas. Hay una central que presentó el PRI a través de su coordinador, César Camacho Quiroz, pero desconocemos el proceso legal en la secretaría técnica de la comisión.

Conociendo los preliminares, mi opinión y la de Movimiento Ciudadano es que no es una iniciativa viable, ni jurídica ni éticamente; no tiene una sólida constitucionalidad. Puede chocar con preceptos constitucionales, en particular el pretender que el Ejército Mexicano ejerza, en tiempos de paz, actividades de seguridad pública.

Circunstancias especiales

Los detractores exponen dudas entorno a la declaración del Estado de excepción, fundado en circunstancias especiales para solicitar la participación de las fuerzas armadas, se le recordó.

“Autoriza al presidente de la República a tomar esa decisión con la consulta del Consejo de Seguridad Nacional, que está integrado por miembros de su gabinete –todos dependientes de las órdenes del presidente–, entonces hay una serie de inconsistencias que hacen inviable la propuesta.

“Esta es una disusión bizantina, porque no va a resolver absolutamente nada. Los militares –aparentemente– desean protección jurídica en cuanto a lo que han hecho, y lo hecho hecho está, y una ley no puede aplicarse retroactivamente para autorizar ninguna conducta. Para lo que viene, tendría el presidente que declarar el Estado de excepción por alteración del orden interno o de seguridad interior, para lo cual dudo que ningún presidente se atreva.”

La última vez que se decretó el Estado de excepción en México fue en la Segunda Guerra Mundial con el entonces presidente Manuel Ávila Camacho.

–¿Se tendrá que dictaminar en las comisiones unidas de Gobernación y Seguridad Pública?

–Se elaborará un dictamen que deberá ser conjunto, y hasta ahora no lo hemos recibido y no sabemos de dónde vendría, para después pasarlo al pleno. Yo sí veo cierta prisa de parte del Poder Ejecutivo federal, en particular de las fuerzas armadas para que se apruebe. Lo cual puede suceder porque el PRI tiene mayoría, junto a sus aliados el Partido Verde Ecologista de México, Nueva Alianza y el Partido Encuentro Social. Esta sería una ley secundaria que sería aporbada por mayoría simple en las dos cámaras.

–La oposición a esa nueva ley denuncia un carácter político, frente al proceso electoral de 2018 –se le planteó.

–Es inevitable que tenga una connotación política. Ojalá fuera de carácter jurídico. Yo creo que es una torpeza. Hay que destinar los esfuerzos y los debates, la labor legilsativa a resolver el tema del mando mixto policial que no se ha resuelto.

–¿Porqué la urgencia de la ley de seguridad interior y la reticencia por aprobar la de mando mixto?

–Hay un múltiple discurso, ellos juegan a varias bandas. Se está presionando para que se apruebe esta ley, y el mando mixto está congelado. Y esta es una legislación que podría ayudar a mejorar las condiciones de trabajo de las policias locales.