Personas transgénero que viven en Centroamérica han tenido que abandonar sus países para proteger su vida ante el incremento de ataques contra su comunidad. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) señaló recientemente que en El Salvador se han visto forzadas a huir a países como México y Estados Unidos.

Ari Vera, de la organización Almas Cautivas, que apoya a la comunidad trans, explicó que principalmente lo que buscan es llegar a la frontera para pedir asilo a Estados Unidos, porque pareciera que tan sólo expresarte, vestirte de mujer, tener un cabello largo, modificar tu cuerpo, de acuerdo con tu propia percepción, es ponerte un sello de muerte.

Señaló en entrevista que en el tránsito por el país también se exponen a muchos peligros, a ser violentadas y violadas y discriminadas por su identidad.

Añadió que México tampoco está preparado para atender a las viajeras trans. En un centro migratorio, ¿adónde las van a colocar?, ¿con lo hombres o con las mujeres? Indicó que las casas que brindan refugio tampoco están diseñadas para recibirlas, lo que provoca que se tengan que plantear acciones porque si no vamos a seguir repitiendo la misma violencia que durante años han enfrentado.

Por ello –dijo– esta situación es preocupante para las organizaciones y los gobiernos, independientemente de su posición política, de su ideología, sus valores y juicios, tendrán que crear acciones para proteger a cualquiera por el simple hecho de ser persona.

Las mujeres trans –señaló– no sólo en su propio país sino en el mundo tienen que padecer diferentes situaciones de vulnerabilidad, nos criminalizan o nos persiguen y además llegar a un centro de reclusión para pedir asilo por ser perseguidas.

La CIDH mencionó en un comunicado para condenar las alarmantes cifras de asesinatos de personas lesbianas, gays, bisexuales y trans (LGBT) en la región, que a partir de información proporcionada por organizaciones de la sociedad civil, en los primeros meses del año se han registrado al menos 41 crímenes por perjuicio contra esta comunidad en Argentina, Brasil, Colombia, El Salvador, Estados Unidos y Venezuela.

Y de acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en los últimos años ha habido al menos 136 casos de desplazamientos forzados de personas LGBT motivados por miedo y amenazas a su integridad personal.