Apremia la directora del Mide a que la educación en ese tema esté en planes escolares
Domingo 2 de abril de 2017, p. 19
La toma de decisiones financieras no tiene que ver sólo con aquellas personas que tienen un excedente de recursos. Siempre se podrá gastar el dinero de mejor forma
, explica Silvia Singer, directora del Museo Interactivo de Economía (Mide).
Especialista en temas relacionados con la educación financiera, Singer plantea en una entrevista con La Jornada que a partir de la crisis financiera de 2008 –que llevó a la bancarrota a millones de personas que habían adquirido deudas por encima de su capacidad de pago– se ha avanzado en la difusión de herramientas para tomar mejores decisiones sobre la administración del dinero a nivel personal o familiar. La información es lo más valioso y una persona aprende a utilizarla para las finanzas y otros aspectos de su vida
, dice.
En la semana que concluyó, el Mide se unió a la Global Money Week, acto que en varios países llama la atención sobre este tipo de temas, en el que se impartieron los talleres Aprende y Crece
, de Banco Azteca. Este domingo se presenta en el recinto, ubicado en Tacuba 17, Centro Histórico de la Ciudad de México, la obra de teatro Si hubiera ahorrado, a las 12 y 15 horas.
Ha habido un auge de los temas de educación financiera
, dice Silvia Singer. “A partir de la aparición del Mide –hace 10 años– y otros programas ha habido a nivel nacional un creciente interés por la educación financiera. También este interés es un reflejo de lo que pasa a nivel internacional, cada vez se valora de manera más importante cómo la educación financiera apoya el bienestar de las personas y les ayuda a tomar mejores decisiones.”
A partir de la crisis financiera internacional de 2008 –que se inició con una quiebra del sector inmobiliario en Estados Unidos– se comenzó a poner mayor énfasis en esta temática educativa, que no estaba presente de manera suficiente en la formación de las personas, añade. En México, agrega, ha tomado auge, aunque desgraciadamente no ha sido incluida en los currículos obligatorios. Esperamos ahora con la reforma educativa, y con las oportunidades curriculares que ésta presenta, haya un espacio para que la educación económica y financiera empiece a incluirse en la escuela
.
–¿En qué se refleja la falta de educación financiera que menciona?
–En la toma de decisiones no informadas, que tienen que ver con nuestra actividad económica y con la forma en que participamos financieramente en la sociedad. Si no se valora la importancia de la información antes de tomar decisiones relacionadas con los ingresos y los gastos, una persona gasta sin la planeación adecuada. Un presupuesto y un plan de futuro es cosa de todos, aunque sabemos claramente que hay personas que cuentan con pocos recursos. Pero aun esos pocos recursos pueden ser administrados de mejor manera.
–En un país con las carencias de México, ¿cómo se puede llevar a la práctica la educación financiera?
–Pareciera en una primera aproximación que las finanzas son sólo para las personas que tienen excedentes o ingresos altos. La verdad es que todo mundo tiene actividad financiera, por bajo que sea su ingreso. Siempre se podrá gastar el dinero de una forma mejor si se tiene claro cuáles son las necesidades. Identificar, por ejemplo, los gastos que se pueden posponer y aquellos que definitivamente no pueden esperar. Hay muchos gastos hormiga: el cafecito, la botanita procesada o el refresco. Si la gente pudiera destinar a eso sólo una cantidad fija, ayudaría mucho en la planeación de su gasto. Independientemente del poder adquisitivo, siempre hay una manera de mejorar la forma en que se gasta el dinero.
–La educación financiera es aprender a tomar decisiones, no decirle a las personas en qué gastar su dinero.
–Es exactamente el enfoque del Mide. Si lo tuviera que describir sin emplear las palabras economía y finanzas, diría que es un espacio en el que a través de interactivos, juegos y conversaciones, la gente ensaya la forma de tomar decisiones bajo diferentes escenarios. Y es que eso es la economía, es la ciencia de las decisiones. Cuando una persona toma consciencia de la importancia de la información para tomar decisiones puede extrapolar eso a otro tipo de aspectos cívicos, de participación y personales.