El peso cerró el primer trimestre del año con una apreciación de 9.30 por ciento –cercana a los dos pesos– cotizando este viernes alrededor de 18.72 pesos por dólar y colocándose como la divisa más apreciada en el mercado cambiario.

En la sesión de ayer el tipo de cambio terminó con comportamiento mixto, en operaciones de mayoreo se replegó cinco centavos (0.29 por ciento), al cerrar en 18.72 frente a los 18.67 del jueves, de acuerdo con el precio de cierre del Banco de México. En venta al público en ventanillas bancarias avanzó cinco centavos y cerró en 19 unidades.

Se trata de la mayor recuperación del peso en registro, desde que en México se adoptó el régimen de libre flotación cambiaria en diciembre de 1994, señaló la especialista Gabriela Siller, directora de análisis financiero-económico del Banco Base.

Explicó que la apreciación que se concentró en los meses de febrero y marzo, fue apenas una recuperación parcial a las pérdidas que había observado el peso de forma consecutiva durante los 10 trimestres previos (o desde la segunda mitad de 2014), periodo en el que la moneda mexicana perdió 59.83 por ciento, ante la expectativa de mayores tasas de interés en Estados Unidos, caída de los precios del petróleo entre 2014 y los primeros meses de 2016 y eventos políticos externos que han complicado el panorama para México, en particular el más reciente proceso electoral de Estados Unidos, en el que resultó ganador Donald Trump.

Durante enero, recordó Siller, el tipo de cambio alcanzó una cotización máxima en registro de 22.0385 pesos por dólar, poco antes de que Donald Trump asumiera su cargo de presidente de Estados Unidos. En ese punto, el peso mostraba una depreciación en el año de 6.32 por ciento, mientras en el balance anual la depreciación fue cercana a 20 por ciento, lo que colocó al peso como la divisa más depreciada entre los principales cruces frente al dólar.

La inauguración de la presidencia de Trump el 20 de enero dio inicio al periodo de recuperación del peso, que se ha mantenido hasta el cierre de marzo.

En febrero y marzo, la falta de organización de la nueva administración de Trump y el uso de un lenguaje más conciliador con relación a la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, redujo el nerviosismo que se había acumulado desde la campaña electoral, en la que el actual mandatario estadunidense había acusado a México desde 2015 de ser un problema para su país en materia comercial y migratoria, refirió Siller.

El peso también recuperó terreno después de que en México la Comisión de Cambios anunció la implementación de un programa de coberturas cambiarias no entregables, equivalente a vender dólares en el mercado de futuros pero sin erosionar las reservas internacionales. Del programa que consta en coberturas por hasta 20 mil millones de dólares, sólo se han subastado mil millones, por lo que la señal para el mercado es que las autoridades tienen las herramientas necesarias para frenar una depreciación desordenada del peso frente al dólar, señaló.