El director general de Regulación Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, Rubén Lazos Valencia, aseguró que es mínimo el impacto ambiental que se genera con la construcción de torres de oficinas y departamentos en Anillo Periférico y Picacho, donde se talaron mil 200 árboles, pues mil serán restituidos en el interior del predio.

En entrevista, aseguró que en la autorización para su derribo se pusieron varias condicionantes, que deberán cumplirse antes de la ocupación del desarrollo inmobiliario, entre ellas la restitución del arbolado y el pago de 9 millones 400 mil pesos, que ya se realizó y entregó al fondo ambiental para desarrollar distintos proyectos.

Explicó que en el proceso de evaluación del impacto ambiental son varios los aspectos que se cuidan para que el impacto de la obra sea mínimo. Hay una solicitud de eficiencia de energía y agua, así como una reducción de emisiones contaminantes al aire, expuso.

Precisó que de los mil árboles que deberán ser restituidos por la desarrolladora inmobiliaria ya se entregaron 558 ejemplares, con un tamaño que va de seis a ocho metros de altura, junto con 850 metros cúbicos de suelo fértil, enviados al vivero de Nezahualcóyotl, para su posterior plantación.

Añadió que está pendiente la instalación de una planta de tratamiento y un sistema de captación de agua pluvial.