La población mexicana afrodescendiente sufre una discriminación estructural que lo convierte en el sector más vulnerable e invisibilizado del país, se dijo durante la presentación de El perfil sociodemográfico de la población afrodescendiente en México.

En la publicación, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), con base en la encuesta intercensal 2015, se advierte, entre otras cosas, que las tasas de analfabetismo, de acceso a la salud y nivel de ingresos que tiene la población afrodescendiente –estimada en el país en un millón 380 mil personas–, están por debajo de los índices que registra la población indígena.

En la presentación, en la que participaron los titulares de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez, y del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, Alexandra Hass, se propuso una reforma constitucional para que así como fueron incorporados de manera expresa los derechos que tienen los pueblos y las comunidades indígenas, también sea integrados a la Carta Magna el término de población afrodescendiente.

Julio Santaella, presidente de la junta de gobierno del Inegi, al presentar los principales hallazgos de la encuesta intercensal, dijo que esta fue la primera vez que se realizó un trabajo para identificar el perfil de este sector de la población, que hasta este momento está invisibilizado.

De acuerdo con los datos de la encuesta, en México existen un millón 381 mil 853 personas que se reconocen como afrodescendientes, cifra que representa 1.2 por ciento de la población total del país.