El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) va en caída libre. De febrero a septiembre de 2016 registró más de 12 mil 285 cancelaciones y en cuatro meses 58 mil 660 retrasos. Las autoridades, en tanto, reconocen que hay severa congestión aérea y su capacidad física rebasa por horas enteras la eficiencia.

La Jornada tiene copias de las versiones de las sesiones ordinarias del comité de operación y horarios de 2015 a enero de este año, en las que se advierte a las aerolíneas que desafortunadamente deben aprender a trabajar en un aeropuerto completamente saturado y rebasado en su capacidad, lo que para nadie es desconocido.

Las horas de congestión son de las 6 de la mañana a las 23:59 horas; ya no tenemos espacio disponible durante el día como para mitigar cualquier situación de contingencia meteorológica, operativa; cualquier evento que afecte el engranaje provoca un efecto dominó que lleva horas resolverlo.

Según los resúmenes ejecutivos la mayoría de cancelaciones y retrasos de vuelos se atribuyen a las empresas aéreas. Sólo en octubre y noviembre de 2015 reportaron 3 mil 949 suspensiones; es decir, alrededor de 65 operaciones aéreas al día se quedaron en tierra por mantenimiento de la aeronave, baja demanda de pasajeros o carga, motivos comerciales o nacionales.

Algunas aerolíneas reprocharon el ingreso de nuevas empresas aéreas y aviones, como el Airbus A380, cuando el aeropuerto ya no da para más. Al respecto el AICM respondió que no puede impedir a una línea aérea operar en el aeropuerto cuando ya tiene autorización.

En los últimos siete años el crecimiento del principal aeropuerto del país ha sido vertiginoso. Sólo en 2011 movilizó 26 millones de pasajeros nacionales e internacionales, unos 90 mil viajeros más que en 2008, que era la cifra histórica de la principal terminal aérea del país. En ese entonces, luego de dos años consecutivos a la baja, el AICM superó el número de viajeros atendidos tres años antes.

La primera reducción en el aforo de la terminal aérea se dio en 2009, derivado de la emergencia sanitaria por la influenza A/H1N1 y la crisis económica, y luego en 2010, a causa de la salida de operaciones de Mexicana de Aviación y sus empresas filiales. El año pasado transportó 41 millones 750 mil pasajeros, 8.5 por ciento más que 2015, y 28 aerolíneas nacionales e internacionales realizan más de 400 mil operaciones.

La capacidad del AICM es de 61 operaciones por hora con máximo de 40 llegadas con separación de 4 millas náuticas sucesivas, pero enfrenta problemas de saturación, que es la causa principal de retraso en los vuelos. Sin embargo, las minutas indican que hay días en los que hubo hasta 81 despegues y aterrizajes.

Al respecto, las autoridades aeroportuarias redoblan esfuerzos para que el aeropuerto capitalino funcione en las mejores condiciones posibles hasta octubre de 2020, cuando operará el nuevo aeropuerto.

Mediante el sistema de planes de vuelo de salida con slot asignado y el de monitoreo, administración y regulación de tránsito aéreo se vigila que las operaciones comerciales no rebasen la capacidad máxima.

En abril se aplicará un nuevo sistema de despegues y aterrizajes (slots), el cual está a prueba, a fin de que haya un flujo eficiente y las aerolíneas respeten las 61 operaciones por hora.