El otro cielo, coreografía de Lorena Nieva, se presentó en Puebla
Participan personas con ceguera y discapacidad auditiva, con edades de ocho a 84 años, explica la sicóloga y bailarina en entrevista con La Jornada
Viernes 24 de marzo de 2017, p. 6
Personas con ceguera y discapacidad auditiva, con edades de ocho a 84 años, mediante el contacto y recursos sonoros logran hacer visible su cuerpo y el del otro en la obra de danza contemporánea inclusiva El otro cielo, que ayer presentaron en el teatro Principal de la ciudad de Puebla.
Esa coreografía, inspirada en los poemas de Mario Benedetti Otro cielo, No te rindas y No te salves, es resultado del proyecto de la bailarina y sicóloga Lorena Nieva, Danzando en la oscuridad y la impartición de un taller de danza de contacto, basado en el método terapéutico del sicoballet.
El quehacer de Nieva se enfoca en la exploración y redescubrimiento sensible del propio cuerpo y del otro, para que la persona con ceguera, desde el contacto activo, logre hacer visible su cuerpo con la danza.
“Hemos trabajado a partir del sicoballet, que une aspectos de sicología con ballet y la metodología Alfabeto de movimiento, que se basa en el Lenguaje de la danza, el cual consiste en signos y símbolos del movimiento que se adaptaron a las condiciones de los participantes”, explicó Lorena Nieva (Puebla, 1984), en entrevista con La Jornada.
El otro cielo, añadió la bailarina, invita a reflexionar sobre la diferencia que existe en la sociedad, las limitaciones de las personas con alguna discapacidad y lo que es el arte inclusivo, porque con esta obra deseamos que ellos también puedan presentarse en otro tipo de escenarios.
“Apostamos hacia la inclusión del arte, porque son bailarines que hacen danza, la cual se ha construido mediante experiencias, recuerdos y con el cuerpo. El otro cielo es otra forma de mirar, imaginar, ser mirado y reconocer el cuerpo.”
Mirada novedosa a la danza
Para Nieva, es importante el desarrollo artístico-inclusivo en el estado de Puebla, porque permite abrir y difundir nuevos espacios desde la danza para la población con ceguera o alguna discapacidad, lo que propiciará revertir estigmas de quién puede bailar, al tiempo que se generarán espacios de reflexión donde las poblaciones diversas tendrán una participación activa dentro y fuera de los foros; también se promoverá una nueva forma de mirar la danza.
Con el proyecto basado en el sicoballet, los participantes han descubierto que la danza es como flotar, algo que proviene de su interior; es estar conscientes de cada parte del cuerpo.
Nieva, quien desde hace 15 años trabaja con el sicoballet en las ciudades de México y Puebla, expresó que los participantes en El otro cielo adquieren mayor seguridad y autoestima. Mejoró su desplazamiento, su postura frente al mundo, han mejorado su relación con los demás olvidándose de las diferencias. Su cuerpo tiene mayor posibilidad de movimiento
.
Explicó que la edad de los participantes va de ocho a 84 años y la presentación de la coreografía se realiza con el apoyo del Programa de estímulos a la creación y al desarrollo artístico de Puebla 2015-2016, del Instituto de Rehabilitación en pro del Aprendizaaje e Integración para Ciego y Débiles Visuales; el Programa Sustantivo de Inclusión Laboral; la Casa Hogar Rosa de la Torre para Niñas Invidentes de Coyoacán, y la colaboración de Mayra Gracida, coreógrafa y directora de la compañía Hadal Zona de Movimiento, así como de la sicóloga Laura Lorena Mejía.