Frente a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se debe modificar la política agraria y emprender una reconversión productiva que genere los alimentos para el mercado interno.

No se puede confiar en las leyes del mercado ni en una relación de buena vecindad con Estados Unidos; no podemos poner en la mesa de negociación el hambre del pueblo mexicano, expuso Raúl Pérez Bedolla, secretario general de la Alianza Campesina del Noroeste (Alcano). Consideró que elevar el tema alimentario a nivel de seguridad nacional es insuficiente; se requiere una reconversión productiva.

En entrevista, opinó que la estrategia seguida por el gobierno, que ha apostado a la importación de comestibles por considerar que es más barato que producirlos en el país, ha demostrado ser equivocada.

Dijo que ahora que el gobierno Estados Unidos pretende modificar el TLCAN, se demuestra que no tenemos la producción nacional con la cual hacer frente a la política agresiva de Donald Trump.

Recordó que de acuerdo con la Secretaría de Agricultura, en el medio rural habitan cerca de 25 millones de personas y se cuenta con siete millones de productores que laboran en 22 millones de hectáreas, que son tierras cultivadas. Por ello, dijo, el camino debiera ser incentivar la producción de maíz amarillo y oleaginosas, rubros en los que el país es deficitario.

Podemos rescatar fácilmente la producción nacional, y con la cosecha de 10, 12 o 13 millones hectáreas estaríamos hablando de 3, 4 o 5 millones de toneladas de granos que se sumarían para disminuir este déficit, cantidad que estamos importando y, ahora, buscando acuerdos con otros países.