La ruta aprobatoria de las leyes de seguridad interior y de mando mixto o mando único policial continúa sin definirse en la Cámara de Diputados. Anoche, los gobernadores de Michoacán, Silvano Aureoles; Sinaloa, Quirino Ordaz, y Tamaulipas, Francisco Cabeza de Vaca, aceptaron la urgencia de dotar de un marco de acción a las fuerzas armadas en tareas de combate a la delincuencia organizada.

Mientras el PRI señaló que ambas leyes se podrán discutir y dictaminar sin condicionamientos, PAN y PRD consideraron indispensable aprobar en primera instancia la norma que organice las policías a lo largo del país.

Una vez que los tres gobernadores se reunieron en privado con los integrantes de la Junta de Coordinación Política, el líder de la bancada priísta, César Camacho, dijo: ‘‘Independientemente de que hay diferencias de matiz hay una posición unánime de los mandatarios respecto de la necesidad de expedir la ley de seguridad interior… los matices tienen que ver con los tiempos y la vinculación a discusiones adicionales, como la relacionada con la minuta proveniente del Senado a la reforma constitucional conocida como mando único o mando mixto’’.

Por su parte, Marko Cortés, coordinador de los panistas, expuso que persistió la coincidencia de ‘‘dar certidumbre a la intervención de las fuerzas armadas’’ con la ley de seguridad interior. No obstante ‘‘queremos aprobar el mando mixto policial’’.

El gobernador de Tamaulipas, Francisco Cabeza de Vaca, destacó la coincidencia de dotar a las fuerzas armadas de la ley de seguridad interior, pero a la vez la ‘‘necesidad de sacar adelante la ley del mando mixto, que va a permitir a las policías tener capacidad y que cada quien asuma su responsabilidad’’.

A su vez, el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, anunció que la fórmula es el mando mixto y se comprometió a tener una policía profesionalizada en dos años más, con objeto de que el Ejercito y la Marina Armada de México retornen a sus cuarteles.