El obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, insistió en que el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, ha emprendido una campaña en contra de la diócesis que dirige.

El religioso creó una alerta que compartió en redes sociales con la etiqueta #DondeEstaElObispoEstaLaIglesia, a fin de que los fieles eleven sus oraciones para que merme esta campaña negativa. Castro Castro explicó que el gobernador ha sido inexacto en diversos asuntos, entre ellos el uso de parte de los recursos destinados a la restauración de la catedral de Cuernavaca.

El jerarca señaló que, de acuerdo con el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México, no es verdad que el gobernador perredista de Morelos haya recibido directamente 75 millones de pesos para la restauración de la catedral.

“El gobierno federal nos otorgó 25 millones de pesos, que se recibieron por conducto del municipio de Cuernavaca y son administrados por esta instancia. Graco Ramírez dijo además que de esos supuestos 75 millones yo extraje una cantidad para construir una cancha de tenis en el seminario, cuando esta cancha se construyó con muchos esfuerzos de 2014 a 2015, pero el gobierno de Morelos envió drones para espiarnos, sacar fotografías y mentir de esa manera tan descarada”.

Moches de 30 a 40%

Aseguró que uno de los enojos del gobernador se debe a que la diócesis pidió que los recursos para la restauración de la catedral no fueran manejados por el gobierno del estado.

“Yo lo solicité así porque siempre cobran un moche; se quedan con entre 30 y 40 por ciento de los recursos, y mi intención era que todo el dinero fuera utilizado en los trabajos de catedral, porque es patrimonio cultural de la humanidad y merece un tratamiento digno.”

Castro Castro dijo que días antes el secretario de Gobierno del estado, Matías Quiroz, lo responsabilizó de la violencia que pudiera generar el conflicto con un grupo denominado comité de mayordomos, que el año pasado se apoderó con violencia del santuario de Tepalcingo.

El gobernador dice que me ha hablado para que haya paz en Tepalcingo, pero esto también es absolutamente falso: hace más de un año que no hablo con él.

Otra molestia del mandatario fue que recientemente convoqué a funcionarios y políticos a una reunión, a la que llamé Amor a Morelos, a fin de que recordarles que un verdadero político es el que lucha por el bien común y no por sus intereses personales.