El festival Vive Latino “se ha convertido en un acto político muy importante; la concentración de personas esta noche alrededor del arte, de la música, de la creatividad, es mucho más relevente que todos los acarreados que van a tener los partidos –en 2018–, más que los votos comprados con una torta.

Vienen a escuchar música, y eso tiene mucho valor en estos tiempos de construir puentes, no muros, expresó Monocordio en conferencia de prensa, minutos antes de su presentación en el acto masivo.

En la recta final del maratón musical, el lado político en los escenarios se hizo presente durante la presentación de Julieta Venegas, quien se refirió a las desapariciones de personas como un problema muy grave en México. Ojalá que empecemos a entender lo que podemos cambiar como sociedad, dijo antes de interpretar su canción Explosión, que alude al tema.

Entre protestas por diversas causas sociales, lanzadas desde los entarimados, y baile –sin importar ya el género músical–, el Vive llegó a la mayoría de edad con una edición en la que abrió sus puertas a las familias, por lo que al ya tradicional desfile de máscaras, llamativos sombreros, disfraces y torsos desnudos por sus distintos escenarios ahora se sumaron numerosas carriolas con niños pequeños.

Ese fue el caso de Beatriz Ortiz, empleada en la Central de Abastos, quien por sexta ocasión llegó acompañada por su hija de 25 años, pero esta vez también con su nieta de 10 meses, para disfrutar de grupos como Los Fabulosos Cadillacs y Hombres G, porque son de mi generación.

Sin embargo, los hits del grupo español mostraron que pertenecen ya a varias generaciones, pues lo mismo fueron entonados por millenials que por aquellos asistentes que incluso fueron testigos del lanzamiento de temas como Marta tiene un marcapasos.

Un encuentro en el que Zoé celebró su 20 aniversario con León Larregui recitando un poema de Nezahualcóyotl –en náhuatl y español– y que remató gritando: ¡Lo logré! Una edición en la que Juanes apareció como invitado de la chilena Mon Laferte para cantar Amárrame.

Un acto que año con año convoca a decenas de bandas, en su mayoría latinas, y que ahora bajó su telón al ritmo electrónico de Justice y del metal de Moonspell.