Miguel Piojo Herrera aseguró que no es indisciplinado ni provocador, más bien estoy vibrando los partidos. El técnico de los Xolos fue expulsado por el silbante Erick Yair Miranda en el choque de la fecha 11, Tijuana contra Santos. No nos marcó dos claros penales, ¡estaba ahí, era imposible no verlos!, clamó.

La Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) suspendió dos partidos a Herrera, uno por hacer constantes reclamaciones o protestar las decisiones de cualquiera de los integrantes del cuerpo arbitral, y otro por faltar al respeto a los oficiales del partido.

Además, la Disciplinaria abrió una investigación por el altercado que tuvo con un aficionado cuando se instaló en las tribunas, tras haber sido expulsado.

Herrera explicó: “Yo me peleo con el señor (aficionado) porque él me grita eso, el chisme que traen ustedes. Los medios traen esa fregadera de que si regreso o no al América. El señor me mienta la madre, regresé y le menté la madre también. Después me dijo, no, perdóname... Se disculpó, pero eso ya no lo sacan (en video).

“Estoy trabajando muy a gusto en Tijuana, tengo contrato hasta diciembre, y en varios medios dan por hecho que voy al América, inventan que ya hasta hubo negociaciones... Lo único que generan es esto, que la afición de Xolos esté molesta.

Me da gusto que la gente de América haya quedado contenta con el trabajo que hice, pero hoy tienen ahí a un tipo entrenando, yo estoy acá con una directiva que me apoyó dándome un proyecto serio, ¿por qué de repente dicen que yo ya me voy, cuál es la prisa de que me vaya?

En cuanto a su castigo, se rebela. “Si quieren que me calle y esté sentado sin decir nada, entonces voy a dejar de vivir con pasión el futbol. Yo estoy vibrando los partidos, peleando contra las injusticias en el campo hacia Xolos.

Además del castigo de dos partidos, la Comisión Disciplinaria abrió una investigación por el altercado de Miguel Herrera con un aficionado en las gradas del estadio Caliente el viernes pasadoFoto Jam Media

Estoy consciente de que debo estar más concentrado, a lo mejor no reclamar, pero hay veces que son situaciones tan obvias, tan claras, que por eso uno se desespera y reclama. Y cuando hay mucha injusticia, como es un penal, reclamamos no sólo yo, sino todo el equipo.

Herrera arremete contra los silbantes: “A ellos les molesta y juzgan con más rigor un reclamo que una patada por detrás. Sale más rápido una tarjeta para una desaprobación que para una circunstancia de falta, porque sienten que los exhibes, cuando en realidad se exhiben ellos solos.

“Hacen su relajo y no cumplen con su trabajo como deben, pero bueno, el ‘error humano’ ya es costumbre con ellos. Llevo varios partidos que no nos marcan penales claros. Reclamé hasta después del segundo, grité: ‘¡Es penal!’, él viene y me expulsa.

No son fallas inevitables, pueden ser evitables si se colocan bien, si ponen mayor atención, si se dedican más a prepararse y trabajar mejor.

Enfatiza: “Los equipos se juegan mucho, las directivas invierten grandes sumas de dinero y nosotros nos jugamos el puesto, porque pierdes dos o tres partidos seguidos y te pueden correr. O sea, ellos se equivocan y no pasa nada; uno se equivoca y pierde la chamba.

Ellos sí pudieron tomar su decisión, jugar con el trabajo de todo el mundo, con la afición, parar el futbol mexicano... El técnico se puede ir en un parpadeo de ojos y los árbitros no están conscientes de eso, indicó.