Cuitzeo, Mich.

Al menos 2 mil kilómetros cuadrados del lago de Cuitzeo, una quinta parte de la superficie total, han quedado secos, lo que provoca nubes de polvo y remolinos que ocasionan problemas de salud durante la temporada de estiaje, dieron a conocer habitantes de la tenencia de Miguel Silva y ecologistas.

Gatulia Maycotte, integrante de la organización ambientalista Amigos del Lago de Cuitzeo, afirmó que en Miguel Silva, Copándaro y Cuitzeo, entre otras comunidades, las nubes de polvo ocasionan padecimientos gastrointestinales, respiratorios, cutáneos y oculares, sobre todo entre infantes y adultos mayores.

El Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático reportó que el lago de Cuitzeo enfrenta alteración extrema: extensión reducida, aumento de salinidad y proliferación de malezas acuáticas en la parte oriente. Para la población local, estos cambios se traducen en problemas de salud y económicos.

Silvia L. Ayala detalló que los lugareños enferman de garganta, ojos y estómago. Nos da miedo que empiece el aire porque de plano se oscurece con tanto polvo. Hemos buscado firmas de toda la gente, pero la presidencia municipal nos dice que no tienen con qué regar tanta tierra.

Destacó que la situación empeoró cuando se construyó la autopista Morelia-Salamanca, porque dividió el lago e impidió que las aguas de la zona oriente del lago llegaran a la parte poniente. Tanta tierra puede aprovecharse aunque esté salitrosa. Dicen que hace años se sembró romero y funcionó, acotó.

Otro lugareño, Fulgencio Huerta, pidió abrir las compuertas que separan las dos partes del lago y que entre agua a la laguna mientras llegan las lluvias.

Los niños están casi siempre enfermos. De nada sirve que tengamos escuelas de tiempo completo si sólo pueden estar un rato en clases. Desde la mañana comienza el polvo y por la tarde la nube de tierra llega hasta Moroleón (Guanajuato, a unos 15 kilómetros), explicó.

El lago, ubicado unos 50 kilómetros al norte de Morelia, abarca parte de los municipios de Copándaro, Huandacareo, Chucándiro y Cuitzeo. En más de la mitad de su superficie el nivel del agua no llega a un metro de altura.

De 2003 a la fecha, en al menos tres periodos las lluvias han sido insuficientes, y la parte poniente del lago se ha secado total o parcialmente. Aun con precipitaciones abundantes, no rebasa 20 centímetros de profundidad.

El miércoles pasado, el Congreso de Michoacán aprobó un punto de acuerdo presentado por el diputado perredista Jaime Hinojosa Campa para exhortar a la Comisión Nacional del Agua a fin de que revise la situación causada por el bloqueo de las aguas en la tenencia de Mariano Escobedo, municipio de Cuitzeo.

También se solicitó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales acciones de protección, restauración y conservación de los ecosistemas y recursos naturales, así como de bienes y servicios ambientales.

Demandan también el apoyo de la dependencia federal en tareas de prevención y control de la contaminación, así como en la gestión integral de los recursos hídricos y el combate al cambio climático en el lago de Cuitzeo.

A la Secretaría de Salud se le solicitó que emita una alerta epidemiológica en la zona del lago, a fin de que haya unidades médicas permanentes y se investiguen los riesgos para los habitantes a corto, mediano y largo plazos.

Los poblados de Mariano Escobedo, San Bartolomé y Francisco Villa, de Cuitzeo, situados en la zona oriente del lago, reciben aguas residuales que llegan de Morelia por el río Grande.

Según el presidente de la Asociación de Pescadores de Mariano Escobedo Wilfrido Onofre Ábrego, unos mil 200 pescadores extraen diariamente del lago una tonelada de charales, una tonelada de mojarras y 300 kilogramos de ranas, ni 10 por ciento de lo que pescaban hace 15 años, lo que no basta para alimentar a sus familias.