Denuncias del TSJ son espasmos de un sistema virreinal: Buscaglia
institucionalizará el autoritarismo
Sábado 18 de marzo de 2017, p. 26
Para el especialista en temas de seguridad Edgardo Buscaglia, si la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalida las disposiciones de la Constitución de la Ciudad de México, que reforman al poder judicial local, representaría la institucionalización, la legalización del autoritarismo
, que la carta de derechos trata de desterrar en ese ámbito.
Afirmó que el presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) , Édgar Elías Azar, preside un sistema judicial virreinal
y como tal está acostumbrado a actuar como virrey
que no rinde cuentas a nadie.
En entrevista, luego de participar en un foro sobre el sistema anticorrupción en la Asamblea Legislativa, convocado por la diputada de Morena Aleida Alavez Ruiz, Buscaglia consideró que las acciones de inconstitucionalidad que promovió el TSJ contra los artículos de la Constitución local que disponen la creación de un consejo judicial ciudadano encargado de designar a los integrantes del Consejo de la Judicatura, e impide que la presidencia de ese órgano de control esté depositada en la misma persona que presida el tribunal, son espasmos del autoritarismo judicial
.
Refirió que en un sistema democrático el Poder Judicial debe comparecer ante el Legislativo, que es, dijo, el corazón de la democracia
, y dejarse auditar por los ciudadanos; como en Estados Unidos y Canadá, el presidente de la corte rinde cuentas ante el Congreso y el Parlamento, en tanto que funciona también la figura del “el court watch en Norteamérica y las auditorías judiciales en Alemania, o en cualquier democracia”.
Buscaglia, quien preside en México el Instituto de Acción Ciudadana para la Justicia y la Democracia, sostuvo antes en su participación en el foro que en las tareas para prevenir y combatir la corrupción es indispensable la participación de los habitantes, pero no en comités de participación a sueldo de los gobiernos, ni designados por las autoridades, sino elegidos en asambleas ciudadanas a mano alzada y con dientes
y facultades para auditar todos los ámbitos de la administración pública, desde la electoral que permita conocer de dónde sale y adónde va el dinero de las precampañas y campañas.
Lamentó sin embargo que esta participación se ha bloqueado, incluso desde la izquierda, y evidenció el caso del delegado de Cuauhtémoc, Ricardo Monreal.
“La anécdota que a mí más me gusta es la reacción de Monreal; sé que ustedes pertenecen a Morena y para un extranjero que él pertenezca a un partido de izquierda es un misterio, pero en fin, su reacción cuando le planteamos esto públicamente, con testigos en la mesa, fue: ‘No podemos darle tanto control a los ciudadanos’” y la implementación de esas auditorías se bloqueó.