Un diagnóstico de la Auditoría Superior de la Federación al régimen de pensiones en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) advierte del riesgo de insostenibilidad a corto y mediano plazos ante el creciente peso de los recursos involucrados, que pasarán de 146 mil 542 millones de pesos en 2014 a 253 mil 800 millones de pesos para 2035. Señaló que el pasivo de las pensiones creció entre 2010 y 2015 a un ritmo anual de 6 por ciento y hasta 2035 iniciará un declive en la presión financiera.

La ASF señala: El valor presente de los activos, al 31 de diciembre de 2015, ascendió a 191 mil 858.0 millones de pesos; sin embargo, el valor presente de los pasivos corresponde a 288 mil 809.0 millones de pesos, por lo que el Issste no dispone de sostenibilidad financiera a mediano y largo plazos, ya que registra un déficit de 96 mil 951 millones de pesos para cubrir las obligaciones pensionarias de invalidez y muerte, así como de los miles de trabajadores susceptibles de recibir este beneficio.

Como parte de la revisión de la cuenta pública, la ASF realizó una auditoría de desempeño a la situación que guarda el régimen de pensiones del instituto: Con el análisis de las estimaciones del costo fiscal, realizadas en la valuación financiera y actuarial 2015, se identificó una tendencia creciente hasta el año 2035, en la que el gasto para el pago de pensiones alcanzará su punto máximo, con un costo estimado de 253 mil 803.0 millones de pesos, ya que los trabajadores activos alcanzarán la edad y antigüedad necesarias para pensionarse y jubilarse.

La ASF reconoce que el Issste realizó en 2016 diversas acciones para garantizar la eficiencia y sostenibilidad del régimen pensionario, en especial, mediante la eliminación de la tasa de referencia, establecida por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, alentando libre mercado y competitividad en las aseguradoras, así como ofreciendo a los prospectos de pensión un incentivo económico en caso de elegir la mejor oferta, conocido como beneficio anual único, cuyo monto máximo es de 9 mil pesos.

Sin embargo, el organismo subraya que las obligaciones pensionarias para los 997 mil personas que ya se han jubilado, así como para los 1.3 millones que al término de su vida laboral recibirán este ingreso a corto y mediano plazo bajo el régimen de beneficio definido, pueden traducirse en un riesgo financiero y actuarial que presione la estabilidad de las finanzas públicas, al representar un costo fiscal para el gobierno federal que mantendrá una tendencia creciente, alcanzando el mayor monto en 2035.

La ASF señala que para asumir los compromisos considerados dentro de rubro régimen de contribución definida el instituto constituyó reservas financieras para hacer frente a sus obligaciones de pago por riesgos de trabajo a mediano y largo plazos.

Realizó estudios financieros y actuariales para hacer frente al pago de esas obligaciones pensionarias, mismos que revelaron un superávit actuarial de 23 mil 458 millones de pesos, en tanto que para hacer frente a las obligaciones pensionarias de invalidez y muerte, los estudios arrojaron un déficit actuarial de 96 mil 951 millones de pesos.