La fiscalía anticorrupción no debe ser utilizada para perseguir a opositores ante los procesos electorales de este año y de 2018, coincidieron ayer los aspirantes a encabezar esa instancia, al comparecer por segndo día en el Senado.

Asimismo, dijeron en que el Ejecutivo federal o el titular de la Procuraduría General de la República (PGR) no pueden ser jefes de esa fiscalía; de lo contrario no prosperarán las investigaciones.

Los ocho aspirantes destacaron que es muy corto el tiempo en el cargo para el fiscal, pues será de un año y ocho meses, pero en ese lapso sí puede dar resultados ante las denuncias ciudadanas. De los 10 candidatos programados ayer para ser examinados sólo asistieron ocho; Arturo de Jesús Becerra Martínez informó que se retira de la contienda y Antonio Eduardo García Durán solicitó que le reprogramaran su presentación

Américo Irineo Meléndez Reyna, uno de los examinados este miércoles, dijo que como delegado de la PGR integró el expediente procesal contra el narcotraficante Rafael Caro Quintero, a quien se le aseguraron 8 mil toneladas de mariguana, y que cuando trabajó en la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado integró la investigación del halconazo del 10 de junio de 1971.

Dijo que es necesario recuperar la confianza de los ciudadanos en las instituciones, y que la situación económica del país no es la más idónea para pensar en hacer de la fiscalía un elefante blanco; si para este año se tienen 44 plazas de ministerios públicos para investigar delitos de corrupción, con esos deberemos trabajar.

José Fernández de Cevallos y Torres, sobrino de Diego Fernández de Cevallos, insistió en la necesidad de que el titular de la fiscalía cuente con autonomía. No tengo vínculo alguno con instituciones políticas, afirmó.

Asimismo, dijo que con recursos muy escasos en la fiscalía, difícilmente con 40 ministerios públicos se podrán atender las 6 mil carpetas de investigación sobre corrupción, y rechazó que quien sea electo será un fiscal de adorno, ya que deberá marcar la pauta de cómo se va a combatir la corrupción en las próximas décadas, y tendrá que dejar claro, con acciones, que ningún hecho va a quedar impune.

Mauricio Cruz Alvarado, otro de los comparecientes, también manifestó que la fiscalía debe ser autónoma para dar eficiencia, eficacia e imparcialidad. Destacó que este nuevo órgano deberá contar con los recursos suficientes para que cumpla con las demandas de la sociedad.

Fernández de Cevallos y Torres aseveró que el nuevo fiscal no deberá tener vínculos con instituciones políticas, y sí probada calidad moral.

Reiteró que es fundamental que esta fiscalía no tenga finalidad política alguna; un organismo de esta naturaleza no puede ser utilizado para atacar a un partido o algún candidato.

Comparecieron ayer Fernández de Cevallos, Cruz Alvarado, Meléndez Reyna, Gabriel Arenas Flores, Jorge Ricardo García Villalobos Haddad, Ricardo Vázquez Contreras, Ricardo Peralta Saucedo y José Bernardo Rafael Espino del Castillo Barrón.