Chilpancingo, Gro.

Unos 500 elementos del Ejército Mexicano y 100 de la policía estatal iniciaron un despliegue de prevención y contención de la violencia en los municipios de Chilapa de Álvarez y Zitlala, en la Montaña Baja de Guerrero, ante la escalada de crímenes en esa región que en los días recientes causó la muerte de 24 personas, informó Roberto Álvarez Heredia, vocero del Grupo de Coordinación Guerrero.

En entrevista, Juan Francisco Terán Valle, comandante de la 35 zona militar, dijo que las autoridades pretenden inhibir la violencia en la demarcación.

Los más recientes crímenes, dijo, podrían ser producto de la incursión de un tercer grupo delictivo diferente a Los Ardillos y Los Rojos, que se disputan la plaza. ‘‘Estamos tratando dar más seguridad a los pobladores de Chilapa de Álvarez por la irrupción de grupos, o más bien no grupos, que andan a pie sobre un objetivo muy específico, ya sea taxistas o microbuseros’’, explicó el general.

Desde temprano se acentuó la vigilancia en las colonias Los Pinos, La Primavera e IMSS, donde ocurrieron los más recientes asesinatos. Hay violencia porque grupos de la delincuencia organizada se disputan el terreno y porque están muy cerca de la zona de producción de amapola y la Montaña, que es una zona en conflicto, informó el mando militar.

División de bandas

De los hechos de violencia, sobre todo en Chilapa de Álvarez, sostuvo que es una zona prioritaria. ‘‘Viene mucha gente y se han dado los conflictos afuera de las zonas de la ciudad.

‘‘Dicen que hay otra división entre Los Rojos y Los Ardillos. Ya ven que todos son del mismo grupo y cada cinco días se van dividiendo y se van peleando entre ellos. En este caso en el centro; es decir, en la zona comercial de Chilapa no ha habido problemas, sólo en la periferia o en las zonas aledañas’’.