Beirut.

La guerra en Siria ha dejado más de 320 mil muertos y 145 mil desaparecidos desde su inicio hace seis años, en marzo de 2011, reportó este lunes el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), organismo con sede en Londres, al destacar que el frágil cese del fuego ha frenado el aumento de esta cifra.

Al menos 652 niños murieron en Siria el año pasado debido a la guerra civil; eso lo convierte en el peor año para la nueva generación del país, informó el Fondo de la Organización de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

El OSDH confirmó la muerte de 321 mil 358 personas desde que estalló la guerra civil en marzo de 2011, durante las manifestaciones contra el gobierno del presidente Bashar Al Assad; este balance presenta un aumento de cerca de 9 mil muertos desde el último que se publicó en diciembre pasado, cuando Rusia, aliada del gobierno sirio, y Turquía, que apoya a los rebeldes, negociaron un cese del fuego en todo el territorio.

El nuevo recuento de víctimas del OSDH comprende al menos 96 mil civiles; la violencia contra los menores en Siria llegó a su peor nivel en 2016, indicó Unicef en un informe difundido este lunes. Los casos verificados de crímenes, mutilaciones y reclutamiento de niños aumentaron significativamente en el curso de este mismo año; algunos de ellos fueron usados como escudos humanos y atacantes suicidas, precisó el comunicado.

Según el organismo, al menos 652 menores de la generación perdida murieron en 2016, lo que significa que fue el peor año para los niños en Siria desde que comenzó la verificación formal de los incidentes en 2014, cuando un tercio de los niños muertos se encontraba en o cerca de una escuela. Existen al menos 2 millones 300 mil niños sirios refugiados en diversos países de Medio Oriente; dos tercios de ellos se ven forzados a trabajar para apoyar a sus familias y al menos un millón 700 mil abandonaron los estudios. En Siria, una de cada tres escuelas está destruida.

En este contexto, trascendió que las facciones opositoras armadas sirias no participarán en el nuevo ciclo de conversaciones de paz en Kazajstán. Hemos decidido no participar porque la consolidación del cese del fuego no tuvo lugar, explicó Ahmad Othman, comandante de Sultan Murad, grupo rebelde apoyado por Turquía.

Las conversaciones de paz en Astaná fueron organizadas por Rusia e Irán, principales aliados del gobierno sirio, y Turquía, que respalda a los grupos rebeldes. Esta ciudad ya acogió dos rondas de negociaciones este año, pero los participantes no lograron ningún avance significativo respecto del final de este conflicto que implica a una multitud de actores locales e internacionales, así como a grupos yihadistas en un territorio dividido.