Hijos de El Chapo Guzmán, en segundo sitio en el mando del grupo criminal
Dámaso López Núñez, su antiguo aliado, ahora le disputa territorios en los que opera
Domingo 12 de marzo de 2017, p. 6
Ismael El Mayo Zambada se convirtió en el líder máximo del cártel de Sinaloa, y los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán Loera operan en un segundo nivel de mando, revelaron funcionarios que participan en el gabinete de seguridad nacional.
Las fuentes consultadas señalaron que los órganos de inteligencia han obtenido evidencias que refieren que Dámaso López Núñez, El Licenciado, traicionó a Joaquín Guzmán Loera y su familia, y ahora enfrenta palmo a palmo los territorios que antes pertenecían a los líderes del cártel de Sinaloa.
La división que existe en el grupo delictivo ha sido aprovechada por Dámaso López, quien se convirtió en jefe de uno de los grupos que opera en la zona del Triángulo Dorado y es enemigo de El Mayo Zambada, considerado uno de los líderes históricos del narcotráfico en México, ya que trabajó al lado de personajes como Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto, y Miguel Ángel Félix Gallardo, fundadores del cártel de Guadalajara.
Los funcionarios entrevistados señalaron que Ismael Zambada sostuvo un enfrentamiento con Dámaso López Núñez, quien se hizo amigo y luego compadre de El Chapo Guzmán cuando el ex líder del cártel de Sinaloa estuvo preso en el Centro federal de Readaptación Social número 2, Puente Grande, en Jalisco, y de donde se fugó en enero de 2001.
López Núñez era considerado uno de los principales operadores del cártel de Sinaloa durante el liderazgo de El Chapo Guzmán y hasta la segunda captura del capo y su posterior extradición a Estados Unidos. Sin embargo, señalaron, El Licenciado reclamó el liderazgo de la organización y esta exigencia no fue aceptada por El Mayo Zambada.
La organización se dividió en tres frentes, uno que encabeza Ismael Zambada, el segundo que dirige Aureliano Guzmán Loera, El Guano, hermano de El Chapo, y el tercero al mando de Dámaso López Núñez y su hijo del mismo nombre y apellidos López Serrano, alias El mini lic.
En ese contexto, las autoridades han obtenido información de grupos de inteligencia civil y militar que refieren que el presunto secuestro de Alfredo e Iván Guzmán Salazar, hijos de Joaquín Guzmán Loera, en el restaurante La Leche, en hechos ocurridos el 15 de agosto de 2016 en el municipio de Puerto Vallarta, Jalisco, se trató de una farsa montada por la familia de El Chapo con la intención de que sus hijos negociaran el liderazgo del cártel de Sinaloa.
La historia, dijeron las fuentes consultadas, con base en información interceptada en una misiva a Guzmán Loera cuando estaba preso en el Cefereso número 9 en Ciudad Juárez, refiere que junto con Dámaso López trataron de asumir el liderazgo y fingieron ser secuestrados por integrantes del cártel Jalisco Nueva generación, pero que lograron huir del sitio.
Supuestamente el último intento por llegar a un acuerdo por el liderazgo ocurrió en febrero pasado, pero Dámaso López Núñez emboscó a El Mayo Zambada y a los hijos de Guzmán Loera.
En la nueva composición del cártel de Sinaloa, Iván y Alfredo Guzmán Salazar decidieron mantenerse en una posición de segundo nivel, bajo las órdenes de El Mayo Zambada, y son responsables de la producción de amapola y goma de opio en el municipio de Badiraguato, así como del control de varias zonas de trasiego de droga en Sonora.
El cártel de Sinaloa tiene presencia en Chihuahua, Sinaloa, Durango, Coahuila, Baja California, Baja California Sur y Sonora, y opera con células delictivas identificadas como Gente Nueva, Los Cabrera, el cártel del Poniente o de La Laguna, Los Aquiles, El Tigre, Del 28, Los Artistas Asesinos, Los Mexicles, Los Salazar y Los Memos, de acuerdo con reportes de la Procuraduría General de la República.