Chilpancingo, Gro.

El presidente nacional de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción AC (AMIC), Francisco Gallo Palmer, pidió que el Ejército Mexicano deje de hacer obra pública, pues indicó que se tiene conocimiento de que “desde la tormenta tropical Paulina (en octubre de 1997) la milicia realiza obras con el argumento de que hay inseguridad”.

Expresó que el Ejército Mexicano ha convenido con el gobierno federal hacer obra pública, y eso no lo podemos permitir. Los soldados deben estar resguardando la seguridad del país, no dedicados a quitar el trabajo a los albañiles, a los peones, a los operadores y las empresas.

Sostuvo que en la asignación de obra a las fuerzas armadas no hay licitación pública de por medio. En Guerrero, “estoy enterado (que) desde el paso del huracán Paulina (por Acapulco) entró el Ejército para hacer obras, argumentando que había inseguridad, y nos quitó trabajo”, señaló en entrevista tras acudir a un acto a esta ciudad.

“Sabemos –dijo– que se le debe dinero a los constructores que hicieron escuelas, pero ya estamos en pláticas en (la Ciudad de) México para sacar adelante eso. Incluso logramos que se pagaran 150 millones de pesos a Guerrero, por gestiones de nosotros, de la AMIC.”

Añadió que ahorita están pendientes de pagar más de 200 millones de pesos a empresas que realizaron obras con el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa, y estamos gestionando dicho pago.

Gallo Palmer mencionó que en Guerrero las empresas trabajan con el riesgo de la inseguridad. Ustedes saben cómo opera el sistema, pero el problema es que no podemos dejar de trabajar, porque detrás de nosotros están miles de familias que dependen de los empleos que generamos, refirió.

El titular de la AMIC manifestó que en general, a escala nacional, los gobiernos estatales en ocasiones les cobran comisiones por hacer obra.

Es un cáncer nacional, no es exclusivo de Guerrero, ni de Chilpancingo, y estamos tratando de eliminarlo por medio de las leyes.