Washington.

La lideresa de los demócratas en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, señaló este viernes que el director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) debería rechazar la acusación del presidente estadunidense, Donald Trump, de que su antecesor, Barack Obama, espió sus teléfonos.

A una pregunta sobre la responsabilidad del director James Comey en el asunto, Pelosi expresó: Pienso que un director de la FBI que sabe con certeza que algo es mitología y engaña al pueblo debería corregirlo. Debería decirlo públicamente.

Pelosi solicitó al director de la FBI que rechace y desenmascare públicamente la sorpresiva e infundada acusación de Trump que incrimina al ex presidente Obama de espionaje telefónico en la Torre Trump durante la pasada elección presidencial. La lideresa cuestionó si Trump comprendía la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA, por sus siglas en inglés), que permite la vigilancia de otras naciones y sus agentes con la aprobación de un tribunal secreto.

El carácter de Obama no permitiría eso. No usamos a FISA contra el pueblo, subrayó.

Según el periódico The New York Times, funcionarios de alto rango señalaron que Comey declaró que el Departamento de Justicia debe corregir la aseveración de Trump, porque el mandatario insinúa falsamente que la agencia infringió la ley; sin embargo, Comey no ha comentado públicamente el asunto.

James Clapper, director de Inteligencia Nacional durante el gobierno de Obama, consideró que las afirmaciones de Trump no compaginan con la realidad. Puedo negarlo rotundamente, declaró Clapper, quien dejó el cargo cuando Trump asumió la presidencia, en enero pasado. A su vez, Josh Earnest, ex secretario de prensa de la Casa Blanca, declaró: Los presidentes carecen de la autoridad para ordenar de manera unilateral la intervención de teléfonos de ciudadanos estadunidenses como Trump afirma. Los investigadores de la FBI y funcionarios del Departamento de Justicia deben buscar que un juez federal apruebe esa medida.

Earnest también acusó a Trump de hacer acusaciones para desviar la atención de los contactos que sus colaboradores tuvieron con un alto funcionario ruso durante el proceso electoral, entre ellos el asesor de campaña Jeff Sessions, antes de que renunciara al Senado para convertirse en secretario de Justicia. Actualmente la FBI investiga esos contactos, igual que el Congreso.

El pasado fin de semana el magnate hizo acusaciones en Twitter en las que incriminó, sin pruebas, a Obama de haberlo espiado en su residencia particular. “¡Terrible! Me acabo de enterar de que Obama tenía ‘conexión de cables’ en la Torre Trump, justo antes de la victoria. Nada encontró. ¡Esto es Macartismo!” En otro tuit, Trump aseveró: “Cuán bajo ha ido presidente Obama. Aprovechar mis teléfonos durante el proceso de elección muy sagrado. Esto es Nixon/Watergate. Chico malo (o enfermo)”, en alusión al caso Watergate, que llevó a la destitución, a través de un impeachment, del presidente republicano Richard Nixon, en 1974, por su responsabilidad en el espionaje de su gobierno contra el Partido Demócrata.

Por otra parte, el diario The New York Times informó que el gobierno despidió ayer a 46 fiscales, sorpresiva maniobra para barrer con los últimos vestigios del anterior presidente.

El Departamento de Justicia solicitó su renuncia a 46 magistrados, incluido Preet Bharara, el fiscal federal de Manhattan, quien es famoso por sus causas en contra de casos de corrupción.

Los despidos fueron sorpresivos, especialmente para Bharara, quien en noviembre pasado, tras resultar electo Trump, fue invitado a visitar al magnate a la Torre Trump, donde el entonces mandatario electo dijo al magistrado que esperaba que continuara con su labor en su gobierno.

Dana Boente, procuradora general adjunta, llamó a Bharara para pedirle su dimisión, dijo el Times.