Informe de Unesco y BID advierten sobre las inequidades
Viernes 10 de marzo de 2017, p. 36
En América Latina y el Caribe sólo uno de cada cuatro estudiantes de educación básica acude a centros escolares con la infraestructura suficiente para garantizar un aprendizaje de calidad.
Un análisis elaborado por la oficina regional de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) concluyó que casi un tercio de los niños que cursan su formación básica en naciones latinoamericanas asiste a escuelas donde al menos dos categorías básicas de infraestructura escolar –como agua y saneamiento, conexión a servicios o equipamiento de aulas– tienen características insuficientes.
Entre sus principales hallazgos destaca que en la región, menos de 60 por ciento de los alumnos de tercero y sexto grado de primaria asisten a escuelas con un nivel adecuado de agua y saneamiento o con suficientes oficinas administrativas.
Solo dos de cada tres estudiantes tienen aulas adecuadamente equipadas o por lo menos un espacio académico adicional a las aulas de clase, o van a centros escolares con conexión a electricidad y teléfono. Además, solo 70 por ciento asisten a planteles con algún tipo de espacios de uso múltiple.
El informe temático Suficiencia, equidad y efectividad de la infraestructura escolar en América Latina según el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo, difundido ayer por los organismos multinacionales, advierte sobre las grandes inequidades en el acceso a diferentes componentes de la infraestructura escolar en la región.
Los estudiantes de menores recursos en los países participantes en el estudio tienden a asistir a planteles educativos con menor dotación de infraestructura escolar
, las cuales están asociadas a un mejor aprendizaje.
Agrega que si bien la situación varía en cada país, los espacios pedagógicos, distintos al aula, seguidos por la conexión a servicios y la presencia de espacios de usos múltiples son los factores que están más asociados positivamente y con mayor frecuencia con los aprendizajes.
Por ello, destaca en sus conclusiones que los desafíos de los estados de la región no sólo están en la dotación de infraestructura, sino en garantizar que los planteles se conviertan en verdaderos ambientes que promuevan una educación de calidad
.