Sociedad y Justicia
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El modelo educativo no debe decir a los niños qué hacer, opina el creador de nativo digital

Es momento de desechar las pruebas estandarizadas, como PISA: experto

El trabajo de los maestros es guiar a los niños en lo que son buenos, señala Marc Prensky

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Marc Prensky, especialista en educación y aprendizaje, empresario y creador del concepto nativo digital, en entrevista con La JornadaFoto Luis Humberto González
 
Periódico La Jornada
Viernes 10 de marzo de 2017, p. 35

Reformar la educación y cambiar un plan de estudios por otro donde se le dice al niño lo que puede o no hacer en la escuela sólo es agitar un poco las cosas, pero sin cambiar nada en esencia, señaló Marc Prensky, especialista en educación y aprendizaje, empresario y creador del concepto nativo digital.

En entrevista, aseguró que estamos ante una nueva era de jóvenes nativos digitales que “son muy conscientes de su tiempo y están empoderados”, lo que demanda una nueva educación en la que permitamos a los niños llegar hasta donde ellos quieran, pero, advirtió, sin decirles qué pueden o no hacer.

Pensar en reformas en la enseñanza ya no es suficientemente ambicioso, porque si lo que afirmamos ahora es que tenemos que cambiar el plan de estudios por otro, pero volvemos a decir a los alumnos lo que tienen que hacer, sólo tenemos otra currícula, pero el mismo problema: imponer, decir esto es lo que quiero que hagas; es lo que está mal.

Relación personal con las máquinas que les da poder

–¿Qué es un nativo digital?

–Es alguien que creció en este tiempo, en el que hay una relación diferente con las máquinas, mucho más personal. Son jóvenes que han crecido con una tecnología que les dio mucho poder, y de formas distintas. Tienen otra perspectiva del mundo, pero, sobre todo, actitudes radicalmente distintas a las de los adultos.

–¿Qué papel tienen los maestros en su propuesta educativa?

–Su trabajo es ser guías de los niños para que sean mejores en aquello en lo que ya son buenos, en sus talentos naturales. Muchos profesores ya lo hacen, pero fuera de sus horarios de clase, en el recreo o en la calle.

Debemos darles permiso para que lo hagan en la escuela, en el salón de clases, pero hay mucho miedo en sus mentes. Creen que van a despedirlos pero, ¿quién puede despedir a alguien que saca lo mejor de sus alumnos? El problema es que hemos creado un sistema educativo muy rígido, que quiere que todo mundo entre en una cajita en la que no cabe.

Luego de participar en el décimo Seminario internacional de educación integral: nuevas prioridades para la educación, convocado por Fundación SM, aseguró que también es momento de desechar las pruebas estandarizadas, como las que se aplican en el Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés).

Estos exámenes, dijo, no sé por qué se los inventaron. Es sólo para hacer líos. ¿Cómo puedes decir que si el promedio de los niños de 15 años de un país hacen esto, entonces la educación de esa nación es de determinada forma?

El autor del libro Enseñar a nativos digitales explicó que hay grandes diferencias de distribución en los alumnos, si sólo consideramos a los mejores de México y Estados Unidos, probablemente veremos que son muy similares, pero los que cambian son los que están más abajo, y no nos dice mucho más que esto.

Agregó que la aplicación de dichas pruebas es sólo una forma espantosa para que los políticos tengan sus cifras, pero es una aproximación incorrecta. La pregunta, dijo, es si estamos midiendo cosas que valen la pena, como la pasión, el interés y el potencial de un alumno por algo que le interesa.