En sesión solemne, el Senado otorgó a la feminista, catedrática y defensora de derechos humanos Gloria Ramírez el reconocimiento Elvia Carrillo Puerto, por su trayectoria en la academia y en su lucha por la igual-dad de género.

Al recibir el reconocimiento, quien fue presidenta de la Academia Mexicana de Derechos Humanos, experta en derechos de la mujer y académica de la Universidad Nacional Autónoma de México, pidió al titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien acudió en representación del presidente Enrique Peña Nieto: que el Estado Mexicano defina la fecha de presentación del informe que entregará respecto a la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, para que la sociedad civil y la academia discutamos dicho informe.

Ramírez precisó: no nos interesa ir a hablar mal del Estado Mexicano en los foros internacionales: nos interesa llegar diciendo que pudimos sumar, nos interesa identificar una agenda de prioridades de aquí al 2018.

En su discurso, la galardonada refirió: hoy pienso en las jóvenes asesinadas en Ciudad Juárez, pienso en sus madres, en las madres de las personas desaparecidas: hombres y mujeres que llevan a cuestas el dolor, que luchan incansablemente para encontrar a sus hijos, que luchan por la justicia, contra la impunidad, y en sus voces quieren ser muchas veces acalladas, en lugar de darles como respuesta la justicia y la verdad.

Ramírez hizo referencia a la violencia política contra las mujeres, y citó varios ejemplos: como el de la joven candidata de San Felipe Orizatlán, del estado de Hidalgo, Brenda Lisseth, quien presentó una queja sobre violencia política y ella misma tuvo que litigar, caso que, por cierto, perdió. Uno de los tribunales la mandó al sicólogo, otro anuló la elección y uno más le dio la razón al agresor.

También refirió los casos de Irma Yareli Cariño, Irma Aguilar, mujeres de San Martín, que el mes pasado recibieron latigazos por aspirar a ejercer un cargo en su comunidad”, entre otros.

Durante la sesión solemne, la mesa directiva estuvo presidida por senadoras, encabezándola, la priísta Blanca Alcalá, quien en su discurso también se refirió a la violencia de género: es innegable que las mujeres ocupamos cada día más espacios, pero entre más participamos padecemos mayor violencia y entre más altos son los cargos también son menos las mujeres.

Desde las galerías, se dejó escuchar la porra universitaria: “¡Goya! ¡goya!, cachún, cachún, ra, ra… universidad”.