Guerras y sequías, entre las causas: ONU
Miércoles 8 de marzo de 2017, p. 30
Roma.
La población mundial en riesgo de hambruna supera 100 millones de personas y seguirá creciendo si no se combina la asistencia humanitaria con más contención a los granjeros, reveló este martes la Organización de Naciones Unidas (ONU). La cifra, añadió, representa un incremento de 30 por ciento respecto del año pasado, lo que atribuyó a las crisis en Yemen, Sudán del Sur, Nigeria y Somalia.
Más aún, en Somalia uno de cada siete niños muere antes de cumplir los cinco años.
Desde Mogadiscio, Antonio Guterres, secretario general de la ONU, pidió una movilización masiva para evitar lo peor
en Somalia, país del Cuerno de África amenazado por la hambruna.
El presidente de Somalia, Mohamed Abdullahi Mohamed, quien se reunió con Guterres, subrayó que su país enfrenta una sequía que podría provocar hambruna si no llueve en los próximos dos meses
.
Somalia está al borde de su tercera hambruna en 25 años a causa de una nueva sequía que causa estragos en el este de África.
En Roma, Dominique Burgeon, director de la División de Emergencia de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), precisó que los últimos estudios demuestran que 102 millones de personas padecían malnutrición aguda grave (etapa previa al hambre) en 2016, 30 por ciento más de los 80 millones del año previo.
Atribuyó ese aumento, principalmente, a la profundización de la crisis de Yemen, Sudán del Sur, Nigeria y Somalia, donde el conflicto y la sequía destruyeron la producción de alimentos.
La asistencia humanitaria mantuvo con vida a muchas personas hasta ahora, pero existe un deterioro sostenido en materia de seguridad alimentaria
, indicó Burgeon a la Fundación Thomson Reuters, la rama caritativa de Thomson Reuters que cubre noticias sobre temas humanitarios, derechos de la mujer, corrupción y cambio climático (http://news.trust.org).
Burgeon agregó que se necesitan más inversiones para ayudar a la población a alimentarse con cultivos y ganado.
Llegamos con aviones, damos asistencia alimentaria y tratamos de mantener viva a la gente, pero no invertimos lo suficiente en la calidad de vida de esas personas
, explicó. Evitamos que caigan en hambruna, pero no logramos alejarlos de la inseguridad alimentaria
.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU indicó que el mes pasado más de 20 millones de personas (superior a la población de Rumania o Florida) entraron en riesgo de morir de hambre en seis meses.
Las guerras en Yemen, el noreste de Nigeria y Sudán del Sur devastaron hogares y elevaron los precios de los alimentos, mientras la sequía en el este de África arruinó la economía agrícola.
En febrero se declaró oficialmente la hambruna en áreas de Sudán del Sur, en guerra civil desde 2013.
En Nueva York, el vocero adjunto de la ONU, Farhan Haq, citando datos de la Organización Mundial de la Salud, aseguró que uno de cada siete niños somalíes muere antes de cumplir cinco años. La desnutrición severa debilita su sistema inmunológico, lo que los hace más susceptibles a enfermedades como el sarampión.
Aproximadamente 6 millones de personas, la mitad de la población somalí, tienen acceso a los servicios de salud básicos, y menos de la mitad de todas las mujeres embarazadas tienen acceso a partos asistidos, precisó Haq en conferencia de prensa.
La inseguridad alimentaria ha empeorado por la sequía en Somalia, donde la hambruna causó la muerte de alrededor de 260 mil personas en 2011.
Las condiciones de sequía amenazan a una ya frágil población golpeada por décadas de conflicto. Cerca de la mitad de la población enfrenta una aguda inseguridad alimentaria.
Se espera que 185 mil niños presenten desnutrición aguda severa este año y la cifra llegará a 270 mil en los próximos meses, dijo en febrero el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.