Ellas tienen menos tiempo libre y se sacrifican incluso al comer
Domingo 5 de marzo de 2017, p. 29
Aunque pudiera pensarse que las mujeres están más alejadas de padecer obesidad por las imposiciones de estereotipos relacionados con la belleza, la realidad es que ellas son más propensas que los varones. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016 señala que la prevalencia en el género femenino es mayor (38.6 por ciento) que en el masculino (27.7 por ciento).
De acuerdo con especialistas, esto se debe a que en el país no existen las condiciones para que las mujeres logren tener un estado de nutrición favorable
.
Las familias no tienen dinero para comprar alimentos saludables, por lo que adquieren los baratos, que sobre todo son ricos en calorías. Y muchas veces cuando las mujeres se encuentran en esta situación prefieren que sus esposos e hijos tengan una mejor alimentación en tanto ellas hacen este sacrificio de comer poco o de preferir
la comida alta en grasas, dijo Luis Ortiz Hernández, jefe del departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Xochimilco.
El sedentarismo –añadió– también favorece el aumento de peso. El problema no es que las mujeres no quieran hacer ejercicio, sino que faltan incentivos para practicarlo.
La sociedad no alienta a las niñas a realizar algún deporte porque a veces se piensa que dejará de ser femenina
, y si lo hace se le critica y ellas mismas se inhiben
. Pero, también es por la inseguridad pública.
Aunque todos estamos expuestos a, por ejemplo, un asalto, la percepción del riesgo es mayor para las mujeres que para los hombres
, indicó.
Para Miriam Bertrán Vila, también académica de la UAM, este fenómeno es una cuestión cultural, pues ellas siempre someten su tiempo libre a las decisiones familiares
.
Mónica Ancira, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, consideró que las etapas que atraviesa una mujer en su vida también afectan su peso.
Por ejemplo, dijo, la adolescencia es un periodo en donde se gana mucha más grasa
o en la menopausia.
Pero de igual manera en el embarazo. No solamente impactan los hábitos que una mujer tenga durante este estado, sino los que trae arrastrando previamente
, pues indicó que lo inician con sobrepeso y obesidad.
Los mitos
que se transmiten en esta etapa de su vida influyen para que adquiera más peso como el comer por dos o el comer todo lo que se les antoje
. También, dijo, los profesionales que se encargan de tratar a estas mujeres favorecen esas conductas. No está bien establecido cómo debe ser la guía de alimentación
, dijo.
La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños señala que la obesidad femenina es una tendencia en la región con factores asociados como la pobreza, que afecta con más fuerza a las mujeres; la falta de acceso a recursos productivos; bajos niveles educacionales; falta de acceso a información nutricional; poco de tiempo para realizar ejercicio físico y una excesiva carga de trabajo.