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La belleza de la poesía persa puesta en música
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Jarle Vespestad, Simin Tander y Tord GustavsenFoto © Hans Fredrik Asbjorsen/ EMC REcords
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Simin TanderFoto Foto
 
Periódico La Jornada
Sábado 4 de marzo de 2017, p. a16

Lo que le fue dicho a la rosa para que floreciera, me fue dicho a mí también, aquí en mi pecho.

Lo que dijeron al ciprés y lo
hizo fuerte y vertical, eso fue
lo que susurraron al oído del
jazmín eso es lo que es, lo que haga
de la caña de azúcar algo tan
dulce, lo que sea
que hayan dicho a los que
habitan el pueblo de Chigil
en Turkistán, los hizo
tan guapos, lo que hace
sonrojar a la flor de la granada
como un rostro de mujer, eso es
lo que me está siendo dicho
ahora. Me sonrojo. Más allá
de la elocuencia
del lenguaje, porque está
ocurriendo ahora.
Entonces las puertas de la
estancia parpadean y la
penetro con gratitud,
mascando un trozo de caña de
azúcar,
¡enamorado de ella porque
todo lo anterior le pertenece!

Las anteriores líneas nacen de Rumi, gran poeta persa, y el parto obedece al ayuntamiento feliz de la poesía sufi con la música noruega.

Es una versión de su poema What Was Told, That, que a su vez nace de la versión que hace de ese poema un trío de creadores de magia y se titula What was said, y es, nuevamente a su vez y a su vez y a su vez, el nuevo disco de Tord Gustavsen, ese gran creador de poesía en piano.

El poeta persa Jalal al-Din Rumi (1207-1273) escribió textos que han ruborizado, exaltado y ayudado a volar a generaciones de poetas, siendo el más reciente ejemplo el pianista noruego Tord Gustavsen (Oslo, 1970), quien ha vivido fascinado por la poesía, toda, y en especial por la persa.

Tord Gustavsen es quien traza con tiza imaginaria la línea del tiempo en música en piano, siendo los anteriores puntos en esa línea nívea Bill Evans y Keith Jarrett.

Estamos hablando de música enlazada a la poesía, es decir, nos referimos a una poética. Y en el caso del disco que hoy nos ocupa: What was said, del sello alemán e infalible ECM, de una música espiritual, profundamente espiritual, pero en este caso, porque proviene de la poesía persa, de una espiritualidad carnosa.

Estamos hablando de un disco que contiene música de una intensa espiritualidad carnosa porque esa música nace de la comprensión perfecta de la poesía persa, cuya naturaleza es espiritual y corporal al mismo tiempo. Para poner un referente conocido en Occidente: la música del disco que hoy nos ocupa goza de una sexualidad más sublime y elevada que El Cantar de los Cantares.

lo que hace estallar en rubor
la flor de pomarrosa
como a un rostro de mujer,
eso
es lo que me está siendo dicho
ahora. Y me ruborizo. Más
allá de la elocuencia
del lenguaje, porque está
ocurriendo ahora
así cantaba Rumi, mientras El Cantar de los Cantares canta así:
tus senos dos gacelas
que pastan entre las flores
y hay miel y leche bajo tu lengua
canta Rumi:
Entonces las puertas de la
estancia parpadean y la
penetro con gratitud,
mascando un trozo de caña de
azúcar,
¡enamorado de ella porque
todo lo anterior le pertenece!

Y todo esto lo canta una mujer afgana nacida de madre alemana: Simin Tander (Koln, 1980), quien lleva en su vientre, entrañas y corazón la gran cultura persa y recibió en Occidente la educación musical de excelencia que le permite, a su vez, trazar con una tiza imaginaria la línea del tiempo de la música, siendo los anteriores puntos de esa línea Bobby McFerrin y Meredith Monk.

Para dar a luz a su nuevo disco, What was said, el pianista, compositor y hombre de ideas noruego Tord Gustavsen partió de una necesidad imperiosa: poner en música la belleza de la poesía persa.

Y lo logró.

Las primeras líneas de este texto corresponden al poema de Rumi. Y digo corresponden porque no conforman el poema, sino que nacen de la música que inspiró ese poema, al mismo tiempo que nacen esas líneas de la versión en inglés, la más reconocida, que hizo Coleman Barks, y a partir de ella puse palabras en español en las primeras líneas de este texto y es la que utilizan Simin Tander y Tord Gustavsen para poner en música la belleza de la poesía persa. Confirmado: en poesía no hay traducción, hay versión, como me enseñó mi amigo y maestro el gran poeta José Emilio Pacheco.

Así que Simin enuncia, enarbola, decanta, escancia los versos de Rumi en inglés, a partir de la versión de Coleman Barks, para a su vez hacer su propia versión, que es bellísima en extremo.

El canto de Simin es polígloto por su idiosincrasia: afgana nacida de madre alemana, padre afgano, educada en las mejores escuelas de música de Europa, y es también políglota porque el amor de Tord Gustavsen por la poesía persa es tan grande, que pidió versiones en pastún, que es la lengua que se habla en Afganistán, de viejos himnos noruegos, para hacer este disco.

Es así como el canto de Simin incluye aleluyas, himnos litúrgicos muy antiguos, rituales, canciones de cuna pero sobre todo cantos ardorosos de amor, más intensos y lúbricos y sublimes que los de El Cantar de los Cantares.

El escucha vive una epifanía semejante a la que le ocurrió con el álbum que reseñó el Disquero la semana pasada, cuyo vínculo es el siguiente:

https://goo.gl/Ekdhll

donde al escuchar la poesía en islandés de Einar Georg Einarsson en su propia voz, aunque no hables islandés, tu corazón lo comprende. Y así ahora, sin que hables pastún, o noruego, dos de las lenguas en que canta Simin Tander en este nuevo disco, tu corazón lo comprende, porque todo lo anterior te pertenece y el que se ruboriza se enamora. Como dice el poema de Rumi.

Simin Tander pone voz a la poesía persa mientras Tord Gustavsen aporta desde el piano versos, como poesía intensa, lúbrica y en ensoñación rotunda, brinda Jarle Vespestad desde los tambores.

Los danzantes sufí, esos de túnicas blancas y sombreros altos y cónicos, icónicos, bailan en círculos durante horas, para horadar el cielo y abrir así un portal dimensional hacia lo divino.

Eso mismo sucede cuando uno escucha este disco, What was said, porque contiene poesía sufí, esa magia persa que enamora.

Porque, como escribió Rumi y canta Simin Tander:

Lo que le fue dicho a la rosa para que floreciera, me fue dicho a mí también, aquí en mi pecho.

¡enamorado de ella porque todo lo anterior le pertenece!

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