“¿No sientes algo?, ¿como una vibra…?”, pregunta Rodrigo Prieto a este reportero, luego de verle el rostro iluminado con una luz cálida, como para arrullar.

La oración viene luego de la pregunta que hace La Jornada al cinefotógrafo: ¿Qué es para usted la luz?

Responde: Es energía; con ella viene la emoción, y eso es lo que hago: tratar de manipularla para que cause sensaciones, emociones.

Agrega: Todo el día observo lo que hace. Ahora mismo veo cómo te ilumina la cara en este cuarto, lo que te da una atmósfera. Es la clave de la fotografía. Obvio, está la composición, los movimientos de cámara, la óptica, el color y la textura, pero la luz es la esencia del drama visual, por eso debemos tener una relación íntima con ella. Yo toda la vida la he tenido. Tengo muchos recuerdos de mi infancia que siempre están atados a la luz. Trato de reutilizar esas sensaciones que recuerdo en momentos que eran de cierta manera. Todo ello lo traigo a escenas que me remitan a esas evocaciones.

Rodrigo Prieto, quien este domingo compite por un premio Óscar por su trabajo en la cinta Silencio, que dirigió Martin Scorsese y que está en cartelera, reconoce que también la luz es muy importante en niveles técnicos: “se usa, por ejemplo, para dar sensación de profundidad, separar fondos o poner énfasis con las sombras… Diriges la vista del espectador. Es como cierta música… Como público no piensas en ella, pero ella te está dirigiendo en una historia. Son de esas cosas que utiliza un cinefotógrafo”.

Colaborador de grandes directores

Ha sido la cámara para directores como Oliver Stone, Pedro Almodóvar, Alejandro González Iñárritu, Ang Lee (Secreto en la montaña, cinta que le dio su primera postulación para un Óscar). Su sello se percibe en esas películas.

Explica parte de su formación y de la importancia de la foto fija para el cine: “Nadine Markova fue mi mentora, sin duda. Aprendí mucho de ella. Mi maestra ponía énfasis en lo que no incluías en una fotografía; comentaba: ‘qué es lo que ves, qué es lo que encuadras y qué es lo que quitas’. Hablaba mucho del poco color, y no en el sentido del blanco y el negro, sino de escoger qué paleta de colores querías incluir en tu imagen. Sólo se valían dos o tres. Entonces, se trataba de simplificar y quitar todo lo que sobraba. Decía: ‘ese pedacito de grúa que se ve por ahí no tiene nada qué ver con lo que deseamos mostrar; sácalo, no lo incluyas’. Eso fue de gran influencia para mí ya en mi trabajo como fotógrafo de cine. La foto fija es muy importante porque a fin de cuentas tomas 24 de ellas por segundo.”

Muchos recuerdos de mi infancia están atados a la luz, asegura Rodrigo PrietoFoto Juan José Olivares

Reconoce que no significa que tengas que ser un fotógrafo de tomas fija o, incluso haber trabajado en eso para hacer cine, pero sí al menos entender las bases de la fotografía fija.

Con Scorsese ya trabajó en El lobo de Wall Street y Vynil. Lo hará de nuevo en Irishman, filme que protagonizarán Robert de Niro y Al Pacino.

Lo califica: Es un diseñador del lenguaje cinematográfico. Eso lo ves en todas sus cintas. Tiene una visión clara de cómo y en dónde quiere la cámara: cómo se comporte ésta. En su guión hace un listado de planos que desea que se hagan; muchas veces con diagramas de cómo la cámara se tiene que mover de a hacia b... ese tipo de cosas. También hace pequeños dibujos, y esos me los muestra en la preproducción. Ya dentro de eso, me da libertad de escoger qué lente usar y desde qué ángulo hacer ese plano... en fin, acepta los regalos que llevamos sus colaboradores y eso, la verdad, es muy grato.

Prieto comenta sobre Silencio y la situación que se vive entre México y Estados Unidos, donde radica desde hace varios años.

“Es un tiempo de miedo engendrado por la intolerancia, de posturas extremas. Silencio habla sobre la imposición de una cultura sobre otra, sobre el colonialismo, por eso la historia es actual. Creo que a todos nos afecta esa percepción de querer aislar a los extranjeros con un supuesto nacionalismo. Espero que como sociedad podamos trascender: que sea más fuerte el humanismo ante el egoísmo”.