Es mentira que con las nuevas tablas de enfermedades laborales y valuación de incapacidades permanentes se les vaya a descontar a los trabajadores –cuando se enfermen– un porcentaje de su salario; esto es absolutamente falso. En ellas sólo se actualizó el número de padecimientos que se generan por el trabajo, no se tocó ni hubo cambio alguno sobre los montos que pagan por incapacidades el Seguro Social, y las empresas.

El subsecretario de Previsión Social de la Secretaría del Trabajo, Ignacio Rubí, explicó lo anterior en entrevista telefónica y sostuvo que los cambios en los artículos 513 y 515 de la Ley Federal del Trabajo, aprobados por la Cámara de Diputados y que pasarán a la de Senadores para su análisis, sólo contemplan la actualización de las enfermedades ocasionadas por cuestiones laborales.

Sostuvo el funcionario que en la actualización de las tablas se incluyen 73 nuevos padecimientos por trabajo, entre ellos el estrés; 19 tipos de cáncer de origen laboral –antes sólo se contemplaban cuatro–, y se incrementó el número de males infecciosos y parasitarios de 21 a 40. Lo que si se redujo fueron enfermedades del sistema respiratorio de 50 tipos a sólo 16.

Sin embargo, en ningún momento se modificó el pago de incapacidades de dichas enfermedades, aseguró Rubí y puntualizó que de ninguna forma se sesgan los derechos de los trabajadores, y mucho menos se les descontará su salario por enfermarse, como señalaron ayer algunos diputados. Eso es falso, es una confusión temeraria que denota falta conocimiento del dictamen que se emitió al respecto y que debieron haber estudiado los legisladores.

También explicó que sobre el tema la Cámara de Diputados aprobó esta semana cambios a los artículos 476, 513 y 515, e hizo una adición que es el 515 bis de la LFT sea la encargada de expedir y actualizar las tablas de las enfermedades laborales y de valuación de incapacidades permanentes.

Para ello, la dependencia, pidió la opinión de la Comisión Consultiva Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (Coconasst) y en la conformación de las tablas participaron expertos de instituciones de educación superior como la UNAM, investigadores del IMSS e Issste, colegios de profesionistas en salud, entre otros. No hubo nada oculto, ni fue un trabajo improvisado, la actualización tardó varios años, indicó el subsecretario.

Desde su punto de vista, este cambio protege al trabajador, porque se incorporan nuevas enfermedades de carácter laboral, incluso el estrés, pero además al definir exactamente las enfermedades que se considerarán laborales, se da certidumbre a los trabajadores y a los patrones, es decir, se quita el elemento discrecional, y además se puede tener un enfoque preventivo en las empresas.