Madrid.

En una decisión sorprendente, la Audiencia de Palma acordó conceder la libertad provisional sin fianza a Iñaki Urdangarin, esposo de Cristina de Borbón, por lo cual el cuñado del rey Felipe VI seguirá en libertad en Suiza, país en que reside. El imputado fue encontrado culpable de tráfico de influencias, malversación, prevaricación, fraude, estafa, falsedad documental, delitos contra Hacienda y blanqueo de capitales, por lo que recibió una condena de seis años y medio de cárcel.

Pedro Horrach, fiscal del caso, adelantó el pasado viernes, cuando se dio a conocer la sentencia, que pediría la prisión sin derecho a fianza y solicitaría a los jueces el ingreso inmediato en prisión de los principales acusados y condenados por el llamado caso Nóos, es decir, Urdangarin y su socio, el empresario Diego Torres.

En sólo cinco días, el fiscal cambió radicalmente de opinión y solicitó la libertad bajo fianza, que fijó en 100 mil euros. Los jueces, tras analizar las peticiones tanto de la fiscalía como de los abogados defensores, finalmente decidieron dejarlos en libertad. A Urdangarin le devolvieron el pasaporte y le autorizaron viajar a Suiza y firmar en la ciudad de Ginebra cada mes como única medida cautelar.

A Torres sí se le retiró el pasaporte y se le prohibió salir del país, y también deberá comparecer en una comisaría una vez al mes. El argumento de los jueces para optar por esta decisión es que los acusados tienen arraigo suficiente y no hay riesgo de fuga.

Iñaki Urdangarin, esposo de Cristina de Borbón, ayer al salir de la corte en Palma de MallorcaFoto Afp

Horrach afirmó que la decisión del tribunal le parece correcta, pero dijo que no la comparte.

En el caso de Urdangarin, él ya había aportado más dinero del solicitado como fianza adicional, pues previamente consignó un millón 200 mil euros como responsabilidad civil durante el proceso judicial y la sentencia lo condenó a pagar en total 972 mil euros, de manera que habría una diferencia de 227 mil euros. Sin embargo, esa cantidad está bloqueada hasta que la sentencia sea firme.

A su llegada a los juzgados de Palma de Mallorca, capital de las Islas Baleares, Urdangarin fue recibido con insultos y gritos de chorizo (ladrón), sinvergüenza y ¡fuera!

Desde los partidos políticos de oposición, como el Partido Socialista Obrero Español, Podemos y Ciudadanos se recibió con indignación la decisión y exigieron una explicación de lo ocurrido a la fiscalía general del Estado.

En otro asunto, pero también relacionado con la corrupción política, la Audiencia Nacional de España condenó a Rodrigo Rato, ex director general del Fondo Monetario Internacional y ex vicepresidente del gobierno español (durante el mandato del conservador José María Aznar), a cuatro años y medio de cárcel por el caso de las llamadas “tarjetas black (opacas al fisco)”. Estas tarjetas de crédito las distribuyó la entidad financiara Caja Madrid cuando estaba presidida por Rodrigo Rato y por su antecesor, Miguel Blesa, condenado a seis años de prisión por el delito de apropiación indebida.