Tijuana, BC.

Aun cuando el gobierno del panista Francisco Vega de Lamadrid licitó la construcción de un acueducto de 47 kilómetros, que pagará con recursos públicos, para llevar agua a la empresa cervecera Constellation Brands, la cual se está instalando en Mexicali, las partes involucradas no han gestionado los permisos de impacto ambiental y tampoco podrían obtener títulos de concesión de agua, porque el Valle de Mexicali tiene un decreto de veda, informaron la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Ni el gobierno del estado ni la empresa Urbanización y Riego de Baja California (Urbaca), que ganó la licitación para construir el acueducto, han presentado una manifestación de impacto ambiental (MIA) de esa obra, indispensable para que la Semarnat la autorice, informó Alfonso Blancafort Camarena, delegado de la dependencia.

“Ellos han ingresado algunas solicitudes que tienen que ver con una planta de aguas residuales, con cruce de drenes, pero el tema… del acueducto para un centro de población que se está planeando en esa zona aún no se ha ingresado y no hemos tenido la oportunidad de evaluar los alcances de esta MIA”, apuntó.

Otro delegado, el de la Conagua, Alejandro Cervantes, explicó que en el Valle de Mexicali la totalidad del agua disponible está concesionada y hay una veda; eso implica que ya no se pueden dar nuevas concesiones: “quien quiera generar un nuevo desarrollo, no sólo Constellation, quien sea, o usuarios agrícolas que quieran expandirse, crecer y tener nuevos títulos de agua, no hay forma. Ahorita la única forma de obtener esos títulos es mediante una cesión de derechos; ir con los usuarios que ya tienen y que ellos los cedan.

No hay ningún registro de que Constellation esté haciendo algún trámite de esta naturaleza en Conagua. Así que ya no se va a sacar más agua.

–¿Y entonces de dónde van a llenar el acueducto?

–El acueducto es una obra estatal y el estado es quien tiene que dar las explicaciones de cómo pretende entregar los volúmenes. Lo que sí te puedo decir es que no tienen ninguna autorización de Conagua.

Hasta este momento no hay una perforación, no hay pozos autorizados. Estaremos atentos de que al momento que se quiera hacer una extracción se cumpla con todos los requisitos. Sabemos que hay un proyecto en puerta y en su momento deberán acreditar que tienen los permisos y autorizaciones, comentó el funcionario.

Es decir, aunque la construcción del acueducto fue licitada el año pasado y su entrega fue cuestionada por los constructores del estado –acusaron que se realizó una licitación a modo para entregarla a Urbaca, empresa que según investigaciones del semanario Zeta tiene nexos con Fernando Beltrán, al que identifican como el empresario consentido del sexenio–, no hay gestiones para realizarla.

Jaime Navarro, ex presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, dijo a dicho semanario en diciembre pasado que uno de los requisitos que la autoridad exigió fue que al presentarse con su oferta, los licitantes ya hubiera tramitado y obtenido las licencias, permisos y autorizaciones requeridas de los tres órdenes de gobierno.

Otro cuestionamiento es el costo. El año pasado se había presupuestado que sería de 405 millones de pesos y apenas en enero Carlo Bonfante, secretario de Desarrollo Económico del estado, dijo que había subido a 550 millones de pesos.