Hace 10 años comenzó el viaje de Germán Quintero, egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Su jornada comenzó en las letras, en los libros, tanto de cuento, como de crónicas gráficas y en novela, una de las cuales fue vista por un productor que lo incitó a hacerla película.

Sin experiencia en el terreno audiovisual y a los 65 años decidió ver una de sus historias en la pantalla grande: Como te ves me vi, película que él dirigió y que está en cartelera exhibida ante un auditorio dispuesto a consumir el producto (hollywoodense) de superhéroes o extraterrestres que evitan que se encuentre consigo mismo... o ver su realidad, comenta Quintero a La Jornada.

Dice que hacer este filme fue un viaje con escalas interminables, en las cuales crees que te quedarás porque se te acaba la gasolina.

–¿De dónde sale la gasolina?

–De la voluntad, ya que ni el dinero es motivo. Esta cinta es la adaptación de una novela que escribí, porque mi origen es de novelista. A algún productor le gustó y me dijo que podría ser película. Fueron varios años de talleres y reuniones para pulir el guión hasta que quedó algo que pudiera llevarse a la producción.

Historia honesta y comprometida

Con la colaboración de jóvenes actores y otros con trayectoria, así como una historia sencilla, honesta y comprometida, surge Como te ves me vi.

Uno de los mayores méritos del largometraje es su conexión con la realidad, ya que está basada en hechos cotidianos que inspiraron a la novela y que siguen sucediendo en nuestra sociedad, tanto en el universo de los adolescentes como en el de los adultos.

Aparece el tema del abuso en el consumo de alcohol y otras sustancias, pero sobre todo, el de la incomunicación en la familia.

Quintero acepta su formación en las letras, pero cuando escribes una historia, sostiene, “te haces una tatuaje y en el set eso te sostiene firme en lo que quieres contar, aunque no tengas experiencia previa en dirigir cine”.

Argumenta que casi en todo momento sabía cómo deseaba contar la historia. Cuando me querían comer el cerebro no me dejé, pero cuando me aportaban cosas lo permití; me refiero, por ejemplo, a los comentarios y aporte del director de foto, Chuy Chávez, con ojo mágico.

Fotogramas de la película en los que aparecen Ricky Gutmad, Paulina Matos, Rocío Verdejo y Juan Ríos

Quintero dice que 10 años es una ruta tremenda, y da nostalgia saber que la película se quede en cartelera sólo dos semanas.

Pensar que dependemos de un público que no quiere ver la realidad de su familia, la sociedad en la que vive, es nostálgico.

No obstante, considera: Yo ya llegué y no me importa lo que pase ahora; ya hice una propuesta honesta con calidad gráfica y en la historia, así como una gran actuación muy comprometida de los personajes, sobre todo los juveniles. Está mal que hable de las virtudes de la cinta, pero las tiene...

No queremos aceptar a una familia fragmentada

Ricky Gutmad (Ricardo Gutiérrez) encarna a un joven de clase media alta que pierde la comunicación con sus padres (Juan Ríos y Rocío Verdejo), que lo orillan al abismo de la soledad y la droga.

Soy un actor con suerte, comenta sobre lo que es su primera participación en cine. Luché para demostrar que quería encarnar a un personaje con malas decisiones, que está en medio de la rebeldía de su edad. Fue importante para mí mostrar a una familia fragmentada, lo que se sucede y no queremos aceptar.

Espera que la cinta transmita algo; que logre que la gente, pero sobre todo los jóvenes, se identifique con alguno de los personajes, que son reales.

Actúa también Mauro Sánchez Navarro, quien participa en la telenovela de Televisa La candidata y que aparece como buleador.

Lo que más me llama de la actuación es entender alguien sin juzgar sus acciones. Eso me ha llevado a comprender la vida, afirma.

Para Mauro, el trabajo de actor va desde hacer a un mal humano hasta abordar la rebeldía sin prejuicios, sino el entendimiento. Lo esencial es comprender por qué alguien es de una manera, para encarnarlo.

En opinión de Paulina Matos, quien hace de novia de Ricky, lo más importante es el tema de la falta de comunicación en las familias, pues pese a ser básica, se pierde cada vez más.

Completan el elenco: Blanca Calderón, Solkin Ruz, Álex Perea, Gustavo Sánchez Parra y Mariana Gajá.