Riesgo de una generación empobrecida
Jueves 23 de febrero de 2017, p. 25
Seis de cada 10 mexicanos de entre 20 y 33 años trabajan sin aportar a una Administradora de Fondos para el Retiro (Afore). Se trata de una generación que, cuando se retire de la vida laboral, sólo contará con las aportaciones que haya hecho a su cuenta individual. En pocos años, ante este panorama, el país corre el riesgo de convertirse en una sociedad envejecida, sin ingreso suficiente para atender las necesidades de esa etapa de la vida e incluso en situación de pobreza
, advirtió Carlos Ramírez Fuentes, presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
El organismo regulador del sistema de retiro encargó a Ipsos la realización de una encuesta para conocer el pensamiento de los jóvenes entre 20 y 30 años de edad, la llamada generación millennial, respecto del sistema de ahorro para el retiro. Se trata de un universo de población al que pertenecen 36 de cada 100 cuentas que ahora administra la Consar, explicó Ramírez Fuentes en una conferencia de prensa.
De los 45 millones de mexicanos que pertenecen a la generación millennial, poco más de la mitad no tiene una cuenta Afore, expuso Ramírez.
Esta generación de mexicanos se va a retirar en 2035. Los que tengan una Afore, si no aumentan sus ahorros por la vía voluntaria, no tendrán recursos suficientes para atender los gastos asociados a esa etapa de la vida, dado que bajo ese sistema las pensiones representan apenas un tercio del último ingreso, explicó Ramírez.
Hasta ahora, los países que han experimentado un envejecimiento de su población son naciones prósperas, que afrontan en condiciones más favorables
ese fenómeno, explicó.
El riesgo en México, añadió, es que nos podemos convertir en una sociedad envejecida, sin ingreso para esa etapa de la vida, o incluso empobrecida
, añadió.
La encuesta para conocer la actitud de los millennials frente al ahorro para el retiro revela que prácticamente nueve de cada 10 personas en este grupo de edad sabe lo que es una Afore y, como ocurre con otros segmentos de la población, ven el ahorro como un mecanismo para afrentar una emergencia y no como un medio de mejorar las condiciones de su retiro