Miércoles 22 de febrero de 2017, p. 37
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) advierte en una recomendación de política pública emitida este año que la eficacia de políticas, leyes y estrategias de prevención de violencia en las escuelas depende de un conocimiento fidedigno de la prevalencia, las pautas y los efectos
, pero a escala global, afirma, carecemos de los datos empíricos necesarios
.
Señala que aunque la atención se concentra normalmente en los sucesos extremos
y las formas de violencia más habituales, que muchas veces pasan desapercibidas, son las que más perjudiciales resultan para la experiencia educativa de niños y adolescentes.
En el documento Decidamos cómo medir la violencia en las escuelas, el organismo destaca que las agresiones relacionadas con la escuela y la amenaza de cometerlas comprenden la violencia sicológica, física y sexual, pues consisten en acoso, castigos corporales, insultos y malos tratos emocionales, intimidación, acoso y agresiones sexuales, actuación en pandilla y presencia de armas.
Alerta que la violencia tiene lugar no sólo en locales escolares, sino también de camino a la escuela, en el hogar y en el ciberespacio. Se cometen mediante una dinámica de poderes desiguales y a menudo son fruto de normas y estereotipos de género
.
Las escuelas, agrega la Unesco, no existen aisladas socialmente de sus comunidades
. Las desigualdades de género y la violencia en el hogar, en la comunidad o lo que sucede en el ciberespacio afecta a niños y adolescentes que cursan estudios, y se pueden reproducir o intensificar en los colegios
.
Subraya que la vulnerabilidad de los niños a la violencia relacionada con la escuela resulta reforzada por la deficiente aplicación de leyes, políticas inadecuadas de protección de la infancia y debilidad o inexistencia de mecanismos de denuncia
.