Trejo Pureco creó empresas fantasmas para desviar $80 millones
Martes 21 de febrero de 2017, p. 26
San Miguel de Allende, Gto.
El gobierno municipal que preside el panista Ricardo Villarreal García interpuso nueve denuncias penales contra el ex alcalde de la coalición PRI-PVEM Mauricio Trejo Pureco, que gobernó de 2012 a 2015, acusado de crear empresas fantasmas que otorgaron al ayuntamiento servicios y venta de productos por 27 millones 577 mil pesos.
Las nueve querellas son resultado de una revisión de la Auditoría Superior del Estado y de la Contraloría Municipal, y se presentarán otras 15 denuncias penales, pues en total los daños ascienden a 80 millones de pesos, adelantó el presidente municipal.
Por lo pronto, la procuraduría estatal inició la investigación 10847/2017 por fraude superior a 20 millones 590 mil pesos, por la compra de 2 mil 500 luminarias a la empresa Proyectos y Desarrollos (Edjosa). Ricardo Villarreal sostuvo que Edjosa vendió al municipio cada luminaria en 8 mil 236 pesos, con sobreprecio de 2 mil 94 pesos
, cada una.
Los representantes legales de Edjosa son Francisco Alejandro Bustamante, contador de negocios y de los bares El Grito y El Bezzito, propiedad de Mauricio Trejo, y Jorge Carrera Delgado, jardinero del ex alcalde. Alejandro Bustamante también contaba con un poder para cobrar facturas del Grupo Empresarial y Publicitario SMA, con domicilio fiscal en Zacateros 48, propiedad de Mauricio Trejo García, padre de Trejo Pureco, reveló.
En otro caso, el ex edil pagó 3 millones 439 mil 180 pesos al Grupo Publicitario SMA, creado por el director del Instituto de la Juventud y entonces dirigente municipal del PVEM, Alan Romo Golf, por servicios de publicidad y estrategias de comunicación. Cobraron más de 3 millones de pesos por aire, por nada; no hubo ningún servicio prestado
, relató Villarreal.
Según el edil, Mauricio y Marco Trejo Pureco, mediante Grupo Empresarial y Publicitario, contrataron a Diego Arturo García Barrera como guardia de seguridad para el bar El Grito.
Cuando Trejo asumió la alcaldía, pagó con recursos públicos 12 mil pesos al mes a Diego Arturo, quien tenía el cargo de asistente A
en la tesorería municipal, “pero nunca trabajó para el municipio, era aviador”.
Cuando Diego Arturo fue despedido, demandó al gobierno municipal ante la Junta de Conciliación y Arbitraje, donde confesó que el salario que percibía era por ser guardia en El Grito, narró el alcalde.