Recibía incompleta mi beca, denuncia el medallista
Martes 21 de febrero de 2017, p. a15
El entorno negativo que prevalece en el tiro con arco por los malos manejos de sus directivos no es nada nuevo para Andrés Anchondo, ya que lo vivió en carne propia cuando no le entregaban completa la beca de 25 mil pesos ni el equipo deportivo y hasta un auto por sus siete medallas centroamericanas, que nunca vi por una gachada que me hizo Raúl González
.
Al chihuahuense no le asombra que la presidenta de la federación, Effy Sánchez, tenga una averiguación previa por peculado y falta de comprobación de gastos con una cantidad que inicialmente era de 4 millones y se incrementó a más de 20 millones de pesos, según datos de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade).
Las cosas se descubren solas
, expresa Anchondo, pues al parecer la situación de Sánchez es similar a lo que ocurrió a su antecesora, la extinta Aurora Bretón, a quien acusaron de malversación de fondos, llevar personal a Estados Unidos como arqueros y de acoso sexual.
Yo no me retiré por que me ganaran, sino por tantas cosas que pasaban y por decepción de mi deporte
, dice el chihuahuense de 54 años a su llegada al Centro Deportivo Olímpico Mexicano para competir con su hijo Miguel Alonso, de 20, en el Campeonato Nacional de Exteriores, que comienza este miércoles.
Recuerda que Bretón obstaculizó su carrera y no sabía ni por qué. Como deportista soportó el rechazo de la dirigente hasta de amenazarlo de no ir a los Juegos Olímpicos mientras estuviera ella al frente. Sin embargo, los resultados de Andrés era lo que más le dolía a la que alguna vez fue la mejor arquera de la región.
Anchondo participó en dos ediciones olímpicas: Barcelona 1992 y Atlanta 1996; la segunda fue la más destacada, al quedar entre los 16 mejores del mundo, para el arquero con mayor número de medallas y récords en Juegos Centroamericanos y Panamericanos.
En una ocasión, relata Andrés, Nelson Vargas lo llenó de elogios durante un abanderamiento y cuando pasó a saludarlo le dijo que quería hablar con él, porque se sentía orgulloso de los resultados que daba al país, pero que “no podía vivir con una beca de 3 mil pesos.
“Me dio una tarjeta y que pasara a una oficina de la Conade. Fui y el señor que me atendió me dijo que no era posible que recibiera esa cantidad cuando me daban 25 mil pesos y me mostró los documentos dirigidos a la federación.
Lo único que recibía eran dos docenas de flechas, porque ni arco me daban. Por la Conade me enteré de que me habían comprado uno y no saben a quién le llegó
, evoca Anchondo, quien a pesar del calvario que padeció regresó al tiro con arco para seguir motivando y desafiando a los jóvenes, pues como máster ha demostrado en varias ocasiones que puede vencerlos.