Para el titular de la Contraloría General del gobierno capitalino, Eduardo Rovelo Pico, la corrupción en la Ciudad de México es más un tema de percepción que de hechos reales.

Entrevistado luego de asistir al informe de actividades del magistrado Armando Hernández, presidente del Tribunal Electoral del Distrito Federal (TEDF), aseguró que los casos de corrupción son de contenido mediático, es la nota; insistiría que es percepción; existe una mala percepción.

–Pero mucha gente considera que hay más corrupción en las delegaciones políticas.

–Pues yo creo que es generalizado; yo creo que es un tema generalizado...

–¿La corrupción o la percepción? –se le inquirió.

–La percepción, la percepción –respondió.

Rovelo Pico puso énfasis en que con el nuevo sistema local anticorrupción –establecido en la recién aprobada Constitución Política de la Ciudad de México– “entraremos a otra realidad (…) y tenemos que acompasar muy bien los ritmos y los tiempos”.

La instrucción, dijo el funcionario, es cerrar el paso a la corrupción, y si bien ese sistema es un buen mecanismo, nosotros de manera adicional estamos implementando otras estrategias.

En otro tema, y a pregunta concreta, el contralor se refirió al reciente informe de revisión de la Cuenta Pública 2015, de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), que hizo público el pasado miércoles, y donde se alude, sobre todo, al ejercicio del gasto en dependencias públicas y en las delegaciones políticas durante el año en mención.

Al respecto, comentó que hasta el momento el jefe del Ejecutivo local no ha sido notificado de esos resultados

Es un informe que no ha surtido efecto de manera legal; es un informe declarativo y hace falta que se notifique al Ejecutivo local, en este caso al jefe de Gobierno. El plazo para ello está corriendo y la ASF lo hará en su oportunidad, y a partir de ahí las dependencias, entidades y delegaciones tienen 30 días para hacer las solventaciones correspondientes.

Añadió que si bien en ese informe se hace alusión a subejercicios, eso no significa malversación ni mala utilización del recurso, simplemente no se ejerció ese dinero.