Buenos Aires.

En lo que los analistas consideran la peor semana del gobierno de Mauricio Macri en poco más un año de gestión, una importante encuesta determina que seis de cada diez personas consideran que la millonaria condonación de deuda que el grupo Macri tiene con el Estado por el Correo Argentino, que compró y nunca pagó, es un acto de corrupción y no un error como sostuvo el Ejecutivo.

El Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) en una encuesta para el periódico Página 12, sostiene que 71 por ciento de los entrevistados estaban al tanto de este tema, un porcentaje alto si se considera que la encuesta se hizo a una semana de la difusión del escándalo, y que los medios masivos que blindan a Macri tardaron días en dar importancia a la noticia.

“En pocos días el tema estalló –señala Roberto Bacman titular del CEOP – y se convirtió rápidamente en un escándalo político de gran envergadura”. En el trabajo realizado por el CEOP, 67 por ciento de los encuestados dijeron que les parece mal el acuerdo entre el Grupo Macri y el gobierno, que el mandatario frenó. Del otro lado, apenas 5 por ciento dicen que les parece bien.

Bacman sostiene que cuando se profundiza en el impacto producido, se observa con mayor claridad que este acuerdo representó ni más ni menos que una bala de cañón que detonó por debajo de la línea de flotación del gobierno nacional. Es decir que incluso hay un sector de los incondicionales del macrismo a los que le pareció mal la firma, por la que se conodonaba al Grupo Macri una deuda con el Estado argentino por 70 mil millones de pesos (unos 4 mil 370 millones de dólares).

Lo que llamó la atención es que uno de los periodistas más defensores del macrismo como es Joaquín Morales Sola publicó una dura columna en el diario La Nación, bajo el título de “Se agotó el margen". Advierte que si el gobierno insiste en conducir el Estado como lo hizo en las últimas semanas, corre el riesgo de perder las elecciones legislativas de octubre, y critica a uno de los principales asesores de Macri, el ecuatoriano Jaime Durán Barba que es rechazado también en sectores internos del macrismo.

Añade que “varias encuestadoras han advertido ya que el presidente y su gobierno derrocharon una parte importante de la popularidad que habían conquistado en enero… las rectificaciones son siempre encomiables, pero el exceso de ellas puede fatigar a la sociedad. Nunca se sabe cuál es la última decisión”, advierte también Morales Solá.

Por su parte, el fiscal federal Federico Delgado, quien investiga un presunto cobro de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht por parte del actual jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, amigo de Macri, advirtió que existen contradicciones manifiestas de este funcionario sobre la naturaleza de cinco transferencias en su cuenta de Suiza por 600 millones de dólares que recibió de Leonardo Meirelles, uno de los implicados en el escándalo operación Lavado Rápido.

No sé si mintió, pero hay contradicciones que en este momento se están chequeando, hay contradicciones que son manifiestas, dijo el fiscal, después que el periodista e investigador Hugo Alconada Mon le entregó cinco formularios que logró en su investigación sobre el intercambio bancario que se realizó entre el 25 y 27 de septiembre de 2013 por un total de 594 mil 518 dólares, del que Arribas hasta ahora sólo reconoció haber recibido 70 mil dólares. El fiscal ha solicitado en forma urgente informes sobre estos datos.

A su vez, el semanario Tiempo Argentino reveló que “el Grupo Macri fugó más de 50 millones de dólares en el momento que pedían la quiebra del Correo Argentino, cuya concesión les entregó el ex presidente Carlos Menem en 1997. Una investigación del Congreso en esos momentos determinó estos datos y otros que han resurgido después del escándalo que involucró al Grupo Macri en unas 50 cuentas offshore, lo que surgió del escándalo de los Papeles de Panamá en abril de 2016. Esto agravado por el intento de condonar la deuda a Correo Argentino impulsó a la justicia a rastrear la ruta del dinero de todas las empresas de Macri”, sostiene Tiempo Argentino.