Indigno, pensar que la libertad política vale una bolsa de frijoles o mil pesos, dice
En entrevista confirma que aceptará la candidatura de Morena al gobierno local
delfíndel líder nacional de Morena, Andrés Manuel López ObradorFoto Carlos Ramos Mamahua
Lunes 20 de febrero de 2017, p. 33
En 2018 la compra del voto
por el PRI, el PAN y el PRD será el principal enemigo a vencer en la Ciudad de México y en el país, asegura la jefa delegacional de Tlalpan, Claudia Sheinbaum Pardo, quien en entrevista con este diario confirma que de ser favorecida en las encuestas aceptará ser la candidata de Morena a la jefatura del gobierno capitalino.
Recién nombrada por Andrés Manuel López Obrador como responsable de las áreas de política y gobierno de su proyecto presidencial, la funcionaria rechaza ser delfín
del líder nacional de Morena y considera que en ese partido existe piso parejo
para todos los aspirantes, a quienes hizo un llamado para que haya respeto interno, pues el encono y la división a la única que beneficia es a la mafia del poder
.
Asegura que López Obrador no intervendrá en este proceso interno y el candidato o candidata será quien decidan los capitalinos por medio de la encuesta que se realizará en diciembre, por lo que critica que su correligionario Ricardo Monreal haga descalificaciones en contra del líder local de Morena, Martí Batres.
En su opinión, el proceso interno no dejará fractura o división en Morena, porque las reglas del juego son claras, pero apela de que entre los aspirantes haya madurez y estatura política, como lo requiere el país en las condiciones actuales, sin necesidad de que haya un acuerdo o pacto político interno.
Entrevistada en sus oficinas en la jefatura delegacional, Sheinbaum Pardo deja atrás las reservas sobre sus aspiraciones políticas y habla de los motivos que la llevan a participar en la contienda electoral.
“No es un asunto personal, me parece que es asunto de responsabilidad política. ¿En qué sentido? Creo que la Ciudad de México está viviendo una crisis muy importante que llega hasta crisis de gobernabilidad, porque no se han resuelto los grandes temas estructurales, como el suministro de agua, la movilidad, la seguridad pública y la apertura de la ciudad al desarrollo inmobiliario, que no sólo ha generado un problema urbano importante, sino también gran descontento social.
El otro gran tema es que se han estancado los programas sociales, se mantienen los que creó Andrés Manuel López Obrador, pero cada vez se les asigna menos presupuesto y al mismo tiempo ha crecido el gasto corriente de la ciudad; la política de austeridad se acabó o se mal entiende.
–¿A quién ve como el enemigo o adversario a vencer en la ciudad?
–No diría que es un partido en particular, sino más bien una forma de hacer política que se ha venido dando, si es que se le puede llamar política, que es la compra del voto. Ese es el principal enemigo a vencer en la ciudad y en el país. Hasta ahora han utilizado la compra del voto el PRI, el PAN y el PRD por igual.
–Aún en ese escenario, ¿ve a Morena gobernando en la Ciudad de México?
–Morena va a gobernar en la Ciudad de México y en el país a partir de 2018. Están dadas todas las condiciones para que así sea.
–¿Cómo sortear la estrategia de los adversarios?
–Son tres ejes: uno, la organización de nuestro propio partido, que avanza de manera muy importante; dos, la concientización de lo que significa la compra del voto, ya que no sólo es perder la oportunidad de cambiar la ciudad y el país de aquel que vende su voto, sino que también, desde mi perspectiva, es indigno pensar que la libertad política vale una bolsa de frijoles o mil pesos. Y tres, va a haber un movimiento social, que es lo que normalmente se manifiesta en este país en los procesos electorales. Más allá del partido político, es un entusiasmo social de deseo de cambio, y eso es muy importante para que la gente se dé cuenta del peligro de vender su voto.
–¿Morena ha cubierto las expectativas de la ciudadanía en los gobiernos delegacionales, en la Asamblea Legislativa?
–Creo que sí, si no las encuestas no favorecerían tanto a Morena. Difícilmente puedo hablar de lo que se ha hecho en las demás delegaciones; puedo hablar de lo que hemos cumplido nosotros: hemos trazado un programa de gobierno con 10 ejes, del cual llevamos cumplido 85 por ciento. Y sin gastar más, hemos invertido en desarrollo social y en proyectos que han tenido mucho éxito, además de las tareas que debes cumplir como autoridad delegacional.
–¿En la Asamblea Legislativa, Morena no ha dejado mucho que desear?
–Ha jugado un buen papel, ha mantenido una actitud de honestidad y de principios. El problema no ha sido la bancada de Morena, más bien es que los otros partidos en la Asamblea Legislativa (ALDF) tienen un nivel de deterioro y descomposición política sumamente grave y se mostró en la discusión del presupuesto, los moches, que son un secreto a voces, y el hecho de que muchos diputados de los que hubo quejas cuando eran delegados ahora sean los paladines de la distribución de los recursos.
–¿Cuáles serían las fortalezas reales de Morena?
–La gran fortaleza de Morena es López Obrador, que representa un referente ético y moral a escala nacional. Decirlo en estos momentos de la grave crisis que se vive es decir mucho y la prioridad número uno, por encima de las aspiraciones personales, es que llegue a la Presidencia de la República, y todo nuestro actuar político debe ir encaminado necesariamente a eso.