El chef mexicano Enrique Olvera, uno de los principales cocineros de América Latina, dijo ayer que su restaurante Cosme de Nueva York dio la espalda a la convocatoria Un día sin inmigrantes porque considera que la mejor protesta es trabajar.

Lo platicamos con el equipo, se platicó entre los socios. Creemos que el ejemplo debe darse con el trabajo, no dejando de trabajar, expresó Olvera a Radio Fórmula.

Olvera es también dueño del restaurante Pujol de la Ciudad de México, que ocupa el quinto lugar en la lista de S. Pellegrino de los 50 mejores restaurantes de América Latina. Hace tres años abrió su primer local en Estados Unidos, un exitoso restaurante que sirve comida contemporánea con inspiración mexicana, según su propia descripción.

La convocatoria Un día sin inmigrantes invitó a los extranjeros en grandes ciudades de Estados Unidos, como Nueva York, Filadelfia y Houston, a no ir al trabajo, no llevar a los niños a la escuela y no gastar un solo dólar para demostrar la importancia de la inmigración.

El restaurante Cosme prefirió abrir sus puertas y donar la recaudación del día a la Unión Estadunidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), que está combatiendo en tribunales la orden ejecutiva del presidente Donald Trump de impedir la entrada a musulmanes.

Creo que se vale apoyar de distintas maneras y nosotros decidimos hacerlo donando a ACLU, indicó Olvera. Presionar a la administración de Estados Unidos con marchas, cuando ha habido tantas, creo que es redundante.

Para el chef mexicano la forma más provechosa de presión es a través de los tribunales y del trabajo diario.