Managua.

Un juez civil de Managua anuló el edicto que ordenaba al poeta Ernesto Cardenal, de 92 años, pagar una indemnización de 800 mil dólares a una ex socia, debido a errores de procedimiento, informó ayer su asistente personal, Luz Marina Acosta.

Acosta dijo que la decisión fue tomada el jueves por el juez Nelson Larios tras un recurso de nulidad que promovió su abogado, Boanerges Ojeda, alegando que la notificación no se había hecho de manera personal.

El jueves recibimos la notificación del juez en la que aceptaba anular el edicto, manifestó Acosta, quien dijo que la noticia ha tranquilizado mucho a Cardenal, con quien trabaja desde hace más de 30 años.

El poeta había sido informado de la demanda cuando el edicto fue publicado en el diario oficial La Gaceta el pasado 10 de febrero, procedimiento que se utiliza cuando el domicilio del demandado es desconocido.

La anulación de la notificación permitirá a Cardenal apelar de la sentencia dictada en junio pasado, que le ordena pagar una indemnización de 800 mil dólares a su ex socia Nubia Arcia por incumplimiento de contrato, así como daños y perjuicios en relación con un conflicto de propiedad.

Poeta nicaragüense, escritor, sacerdote y defensor de la doctrina de la teología de la liberación, Ernesto Cardenal, 92, retratado en casa un día después de participar en el Festival de Poesía, en Granada. El autor de Canto cósmico viajará a Alemania en marzo, donde será investido con un doctorado honoris causaFoto Afp

Cardenal pretende demostrar ante el Tribunal de Apelaciones que esa indemnización es absurda, dijo su abogado al diario La Prensa.

La sentencia contra Cardenal fue cuestionada por escritores de todo el mundo, así como por artistas e intelectuales nicaragüenses, quienes estiman que se trata de una persecución por las críticas del poeta al gobierno de Daniel Ortega.

Soy un perseguido político del gobierno de Daniel Ortega (...) No tengo ninguna más defensa que Dios, dijo Cardenal el pasado martes durante el festival internacional de poesía que se celebra en la ciudad colonial de Granada.

Tras la derrota electoral de 1990, renunció a su militancia en el Frente Sandinista por diferencias con la conducción política del presidente Daniel Ortega.

El poeta y sacerdote trapense, cuyas obras han sido traducidas a 20 idiomas, fue ministro de Cultura durante la revolución sandinista en la década de 1980.